"Es Suiza: estudiamos el 4-4-2 en vez de correr"
El director deportivo del Zúrich y Margairaz reconocen que no son competitivos por la falta de físico
La ciudad deportiva del Zúrich es como un pequeño oasis de tranquilidad. A un lado, la autopista, que casi ni se oye, y al otro lado, al más perfecto estilo suizo, bosques, praderas y un carril bici. "Prohibido jugar al golf", reza un cartel en la entrada por si alguien se equivoca. Los jubilados pasean sus perros en una soleada mañana de septiembre y los más jóvenes pasean sus bicicletas. Algunos, los que pasean a diario, se acercan a los dos pequeños campos de entrenamiento para saludar al técnico y a los jugadores. "Suerte el martes", y apretón de mano. Así de familiar es el Saal Sporthalle, la pequeña ciudad deportiva del conjunto de Bernard Challandes. Tan pequeña que el técnico sale del vestuario y se mete en el coche con la ropa de trabajo y se va a duchar a su casa. "Y eso que tenemos baños nuevos", comenta el jefe de prensa, hasta hace un mes speaker oficial del equipo. Tan pequeña que el gimnasio es una caseta prefabricada, como las que se utilizan para las mudanzas, de ocho por 15 metros.
"Vamos con 15 años de retraso respecto a España. Allí hay cultura deportiva; aquí no"
"Tenemos un presupuesto de 15 millones de euros [por los 400 del Madrid], con los 250 millones que se ha gastado Florentino Pérez en fichajes construiríamos un nuevo estadio y mejoraríamos las instalaciones de las categorías inferiores. Nuestra filosofía es formar talentos, no comprar grandes nombres. No podemos fijarnos en modelos extranjeros, tenemos que adaptarnos al modelo suizo", explica Fredy Bickel, el director deportivo, que llega al campo a bordo de un mini. Eso sí, de poder fichar a un crack, dice, traería a Messi y Sócrates.
Pues el modelo suizo, según Xavier Margairaz, centrocampista del Zúrich que militó en Osasuna, es demasiado atrasado. Por lo pronto, el campeonato tiene dos idas y dos vueltas. Los equipos son 10 (hasta hace una década eran 18 pero se redujeron para aumentar el nivel) y se enfrentan cuatro veces a lo largo de la temporada. "Hay un mundo de diferencia... Vamos con 15 años de retraso respecto a España. Allí hay cultura deportiva; aquí no", explica el medio, que acaba de recuperarse de una grave lesión de ligamentos. "En España sólo piensas en jugar, te olvidas de todo lo demás: tienes cuatro médicos, tres fisios, un preparador físico. Aquí, en cambio, no es un fútbol profesional. De médico hay uno, pero ni siquiera viene a los entrenamientos, está en su clínica. Y el preparador físico, pues no lo es al 100%", añade.
El ex de Osasuna dice que, lejos de aumentar el nivel, el campeonato con 10 equipos ha convertido el fútbol suizo en algo "muy aburrido". "Yo creo que ha habido una mejora técnica en los últimos diez años. Basta con ver los resultados de las selecciones inferiores, hemos ganado un Europeo sub 17", le interrumpe Bickel. "El problema es otro: falta la fuerza física para aguantar 90 minutos y esto nos hace menos completos respecto al resto de Europa", continúa. Y eso que tienen doble sesión de entrenamiento. "No sirve. Es una cuestión de mentalidad, es que somos suizos: preferimos sentarnos media hora a estudiar el 4-4-2 que ponernos a dar 15 vueltas más al campo", afirma preocupado. Hoy, precisamente, será el Madrid quien le ponga contra las cuerdas desde el punto de vista físico.
Margairaz y el técnico tienen sus recetas. "Jugar al 200% y no cometer errores", dice el primero. "Si pensamos sólo en defendernos no vamos a salir vivos porque gente como Benzema, Cristiano y Van Nistelrooy te pueden meter un gol cada 15 minutos. Hay que tomar riesgos ofensivos y encontrar un sistema para defendernos y jugar bien", concede Challandes antes de desaparecer en su coche.
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