Y ahora, 'punto negro' de tráfico

Las máquinas se fueron discretamente, hace más de un mes, tras ejecutar la obra que la contratista, Sercoysa, ya había cobrado gracias a una certificación en falso de Baltasar Pujales, ingeniero jefe de Vías y Obras de la Diputación Provincial de Pontevedra, con el conforme de Agustín Hernández, conselleiro de Medio Ambiente, Infraestructuras e Transportes, a la sazón director de Infraestructuras de la misma Diputación. Pero los puntos negros de la variante de Lira, en Salvaterra de Miño, no se agotan en su tramitación. También son comprobables en su ejecución, singularmente en su enlace con la carretera provincial EP-4006, Ponteareas-As Neves.

Por certificar la obra cuando apenas estaba iniciada, un juzgados tramita una querella del PSOE por falsedad documental y fraude a la Administración contra el conselleiro Hernández y el ingeniero Pujales, que tal vez no haya encontrado aún ocasión para comprobar la chapuza de Lira, tan ocupado como anda compatibilizando sus cometidos oficiales con los proyectos que realiza, a título privado, en diversos municipios de la provincia (Mos, A Guarda, O Rosal, Tomiño, Tui, Oia, Baiona...).

La variante de Lira ahorra al vecindario medio kilómetro de recorrido con respecto a su trazado anterior. El vial se ha puesto en servicio sin la menor fanfarria, ni siquiera del alcalde, Arturo Grandal, a uno de cuyos compromisos electorales se debió la iniciativa. Ahora enlaza con la EP-4006 en una curva cerrada de esta carretera.

Los vehículos que circulan de Ponteareas a As Neves y quieran desviarse hacia la variante no disponen de un carril auxiliar o isleta que facilite la seguridad de la maniobra. Han de parar, en mitad de la curva, en el único carril existente, con escasa visibilidad de los vehículos que vengan de frente, y con el riesgo de ser embestidos por otro que venga por detrás porque también su visualización se hace precaria por el trazado de la propia curva.

El resultado se hace chocante -nunca mejor dicho- en una carretera de nuevo cuño, también por predisposición que ha mostrado la Diputación en multiplicar las rotondas en otras partes, como en Mos. Pero, sobre todo, porque el ancheado de la EP-4006 en ese punto, para generar una isleta o carril de desvío, hubiera tenido fácil arreglo aprovechando otro vial muerto que discurre tangencialmente con la EP-4006, en una cota ligeramente más baja. Pero el presupuesto de 331.629 euros en que se adjudicó la obra no alcanzó para complementarla con ese importante detalle.

Sercoysa, empresa de la que Agustín Hernández fue directivo, cobró la obra el pasado mes de marzo, semanas antes de que se destapara que había sido certificada y cobrada cuando apenas se había iniciado el movimiento de tierras. El desfase se justificó desde el PP en la necesidad de no perder una subvención (la mitad del presupuesto) del Ministerio de Administraciones Públicas. Con todo, la opacidad persiste. El diputado y concejal de Salvaterra Gabriel Martínez (BNG) espera desde mayo a que se le facilite una copia del expediente de la obra, que Rafael Louzán, presidente del PP y de la Diputación de Pontevedra, mantiene a buen recaudo.