Broto, la pintura a todo color
La nueva exposición de José Manuel Broto (Zaragoza, 1949) es puro color. Son 14 acrílicos de gran y pequeño formato cargados de deslumbrante colorido que hasta el 10 de octubre se pueden ver en la galería Soledad Lorenzo (Orfila, 5). El recorrido por la exposición recuerda las primeras etapas de este artista que crea a caballo entre París y Mallorca. Están sus orígenes informalistas y su gusto por las composiciones geométricas. Pero nunca como ahora el color había tenido un protagonismo tan absoluto.
El mar de pigmentos consigue que se contemple con armonía la combinación de colores aparentemente tan dispares como el verde, el naranja , el rojo o el amarillo. Siguiendo su costumbre, los cuadros están sin título ni fecha. Broto busca que sea la obra la que cuente todo al espectador. Quiere que el que contemple una de estas piezas se deje llevar por una descarga emocional y que sea la propia composición la que hable de sí misma. Nada le molesta más a este artista que el tener que explicar lo que ha querido decir. El arte sabe hablar por sí mismo.
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