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Reportaje:FIN DE SEMANA

Esta ola es muy urbanita

Paseos en catamarán, surf y bares en el puerto. Propuestas de la Barcelona abierta al mar

Xavi Sancho

Barcelona mira el mar, y durante las fiestas patronales, que arrancan el 23 de septiembre, se hace más evidente. Dentro del programa (www.bcn.cat), Mercè en el Mar es una de las propuestas más interesantes, con actividades de corte familiar y vocación mediterránea que se sucederán en el Museu Marítim, el Moll de la Fusta, el Portal de la Pau y los jardines de Baluard. Cantadas de habaneras; recorridos en golondrina, gratuitos y comentados, por el puerto; vermús populares; teatro de inspiración marinera; una feria de vinos y cavas catalanes, y diversas actividades promovidas por Estambul (ciudad invitada) conforman el programa de una actividad que, año a año, gana peso y espacio. Pero, más allá de estos cuatro días de fiesta, no faltan las propuestas marineras.

01 Vuelven las golondrinas

Llevan más un siglo en funcionamiento y han sobrevivido a todas las coyunturas posibles. Cuando las familias se subían a ellas para ver Barcelona, ésta les daba la espalda. Cuando la ciudad se giró hacia ellas, las embarcaciones conocidas como golondrinas (934 42 31 06; www.lasgolondrinas.com) y sus paseos por el litoral de la ciudad eran ya restos del naufragio de un pasado gris. Pero las golondrinas vuelven a ser protagonistas. Ya sea por la fiebre del mirador que vive Barcelona -la profusión de restaurantes en pisos de altura o de hoteles y bares en la ladera de Montjuïc y Tibidabo- o por un sano ejercicio de memoria histórica, lo cierto es que subirse hoy a uno de estos barcos y contemplar la fachada marítima vuelve a ser una experiencia recomendable y popular, hasta el punto de que este año se ha unido un nuevo barco a la flota: la Antina G, con capacidad para 150 personas. La salida se encuentra en el Port de la Pau, delante del monumento a Colón.

02 'Suite' en el barco

Desde una goleta turca hasta un moderno catamarán, pasando por una lancha rápida. Puedes decirle hasta luego a tu soltería, celebrar tu cumpleaños, fingir que eres Sonny Crocket persiguiendo narcos en Miami Beach o tumbarte al sol y dejar que te lleven y cocinen. La oferta de alquiler de barcos, ya sea para fiestas, vacaciones o como hotel, ha crecido notablemente en los últimos años. Por 1.500 euros de precio base se puede alquiler un catamarán en grupo para recorrer el litoral barcelonés, sorber champán en cubierta, zamparse una barbacoa o incluso gozar de una bamboleante cena en alta mar. La compañía Gotland Charters (932 24 01 40; www.gotlandcharter.com) ofrece servicios para grupos de hasta 250 personas en grandes barcos y catamaranes, además de un servicio de veleros con o sin tripulación que pueden alquilarse por semanas a partir de 2.300 euros. Yates BCN (669 29 97 27; www.yatesbcn.com), por su parte, posee ofertas de fin de semana y packs de navegación a partir de 890 euros. También cuentan con barcos hotel atracados en el Port Vell a partir de 50 euros por persona y noche.

03 Con traje de neopreno

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La idea de hacer submarinismo en las playas de Barcelona provoca, sin duda, la misma cantidad y tipología de chistes que la de lanzar la caña en la Nova Icària con la esperanza de pillar algo que no sean desperdicios lanzados al contenedor equivocado. Pero lo cierto es que se puede bucear en la ciudad. Uno de los lugares desde los que se organizan cursos y salidas es la zona de baños del Fòrum, una suerte de contradicción estacional que alberga una playa sin arena y una piscina de agua salada. En este espacio, proyectado por Beth Galí, se pueden realizar inmersiones dentro de la piscina y salidas al mar por 104 euros.

Pero si raro pensaba uno que podía ser bucear en estas aguas, más extraño parecía afirmar que el litoral de la ciudad podría ser un spot surfista. La realidad es que las playas de Bogatell y, sobre todo, la Barceloneta concentran, cada vez que el viento de Levante hace presencia, a una cantidad sorprendente de surfistas. Aunque la prevista construcción de algunos espigones pueda en breve terminar con las olas, lo cierto es que hoy es posible aún pillar una buena ola -en ocasiones se forman tubos- en Barcelona. ArtSurf Camp (638 12 34 95; www.artsurfcamp.com) oferta cursos de cuatro horas, divididas en dos días, por 100 euros, mientras que la asociación Barcelona Surf incluye en su web (www.bsurf.com) información detallada sobre los spots del litoral barcelonés, mercadillo virtual y previsiones meteorológicas.

El espacio público de la Base Nàutica de la Mar Bella (avenida del Litoral, a la altura de la playa de la Mar Bella; 932 21 04 32; www.basenautica.org), que posee la única rampa pública de embarcaciones, también ofrece cursos de surf, de windsurf o vela. Incluso programan sesiones con DJ. El clásico Reial Club Nàutic (932 21 65 21; www.rcnb.com), en el Muelle de España del Port Vell, también alberga una reputada escuela de vela, además de ser el organizador de trofeos como el Conde de Godó o la regata Menorca-Sant Joan.

04 Brindis en tierra firme

Si todo esto le ha parecido una apuesta demasiado agresiva, si usted se marea sólo con mirar el mar y si continúa pensando que las ciudades son lo que sus bares son, no deje de visitar el Luz de Gas Port Vell (Moll del Dipòsit, s/n; 932 09 77 11; unos 30 euros), más de una década sin salir a alta mar le avala. Se trata de un barco atracado en el Moll del Dipòsit, propiedad de los que revolucionaron el ocio treintañero y algo pijo con su local del mismo nombre en la calle de Muntaner, y que ofrece bar, tapas, cenas románticas a cubierta -sin oleaje, pero con iluminación de pedida de mano-, discoteca y desfile de famosos. A Penélope Cruz y Javier Bardem les encanta. Otra opción de naturaleza simulada es La Oca Mar (platja Nova Mar Bella; 932 25 01 00; unos 25 euros), un restaurante sobre el espigón que separa las playas de la Mar Bella de la Nova Mar Bella, con forma de barco, pero con los pies en tierra firme. Cocina marinera de toda la vida en un ambiente más familiar que moderno y con zona de tapas en la terraza. Más lejos del mar, en pleno barrio de Sant Gervasi, Moncho's Barcelona (travessera de Gràcia, 44-46; 934 14 66 22; unos 35 euros) ofrece comida real en un espacio naviero virtual. El enorme local está decorado cual embarcación, sus reservados se llaman camarotes y pueden acoger de 8 a 25 comensales. La oferta es más parecida a la del bufé de un trasatlántico de estos que se pueden ver cada día varados en el puerto de Barcelona.

Más propuestas e información en la Guía de Barcelona

Turistas en la cubierta de una golondrina en Barcelona
Turistas en la cubierta de una golondrina en BarcelonaSUSANA SÁEZ

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Sobre la firma

Xavi Sancho
Forma parte del equipo de El País Semanal. Antes fue redactor jefe de Icon. Cursó Ciencias de la Información en la Universitat Autónoma de Barcelona.

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