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Análisis:Cosa de dos
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Mike

Mike Bongiorno ha muerto esta semana. El periódico ya publicó su loa fúnebre: fue un italoamericano nacido en Nueva York que combatió con la Resistencia italiana, se salvó de milagro en el lager nazi de Mauthausen y ostentó durante medio siglo el título de gran estrella televisiva. Tras su muerte, se ha recordado un ensayo que Umberto Eco escribió sobre él, en 1963: Fenomenología de Mike Bongiorno.

Eco afirmaba que Bongiorno (traducción, "Buenos días": busquen un apellido mejor para un presentador de concursos), o más bien "el personaje Bongiorno", encarnaba "la mediocridad absoluta" y que ello le permitía "no colocar en situación de inferioridad a ningún espectador, ni siquiera el menos cualificado". Bongiorno equiparaba "la cultura con los catedráticos" e ignoraba por completo la posibilidad de que existiera "una función crítica y creativa de la cultura". Carecía de "auténtico sentido del humor". Era, en fin, "el hombre mediocre que se niega a aprender, pero quiere que su hijo estudie".

Umberto Eco, uno de los primeros teóricos de la ironía posmoderna, preconizaba en 1963 otra televisión. Irónicamente, preconizaba el entretenimiento televisivo de hoy, que recurre continuamente a un dudoso concepto de la ironía, el más cínico. El mensaje de la actual estrella de la televisión viene a ser el siguiente: yo no me lo creo; usted, telespectador, sabe que no me lo creo; y yo sé que usted sabe que no me lo creo. Es un juego de estricta posmodernidad. Y es la base de lo que conocemos como telebasura. Sólo en casos muy concretos (notables en Canal Sur), la telebasura intenta prescindir de la ironía cínica: desprovista de la excusa, la emisión se convierte en un trágico desfile de monstruosidades.

En teoría, la autorreferencia y la nostalgia son los otros componentes básicos de la posmodernidad. Ya saben, el juego de guiños. Desde la política hasta la moda, casi todo funciona sobre ese juego. A veces, sin embargo, asoma la otra nostalgia. La de contar con alguien que se tome en serio, y se tome tan en serio que no se sienta capaz de presentar resultados indignos. Hablamos de televisión, por supuesto. Y de lo otro, por qué no.

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