"Un ganador tiene que saber perder"

Ivan Basso (Varesse, 1977), la gran esperanza del ciclismo italiano en los últimos tiempos, ha regresado a las carreteras con el equipo Liquigas tras haber estado suspendido durante dos años por dopaje al ser uno de los implicados en la Operación Puerto.

Lo ha hecho con humildad y buenos registros. Cuajó un buen Giro (concluyó en la quinta posición) y hoy es considerado candidato a ganar la Vuelta. De hecho, Alejandro Valverde (Caisse d'Épargne) le señaló como su primer gran adversario, aunque ahora comparta esa jerarquía con el australiano Cadel Evans (Silence).

Basso ha asumido sus errores, los ha interiorizado y expulsado y se presenta ahora como un muchacho alegre e irónico que espera que su oscuro pasado reciente no le persiga toda la vida, aunque, eso sí, todavía debe repetir mil veces: "Esa pregunta ya me la han hecho antes".

"La sanción me ha servido para afianzar mi personalidad y mi carácter"

"Equipos aparte, cada uno debe subir los puertos y cumplir en las contrarreloj"

Pregunta. ¿Cómo ha vivido estos dos años sin poder correr?

Respuesta. Como un paréntesis en mi vida personal y en la deportiva. Para lo que ha servido es para afianzar mi personalidad y mi carácter. Eso es lo que me ha permitido retornar a mi profesión y a mi pasión, que son la bicicleta y la competición.

P. En ese periodo, su recuperación le ha requerido más un esfuerzo psicológico o un esfuerzo físico?

R. Las dos cosas. Primero fue un asunto psicológico, pero después había que poner los músculos en acción. Si no, es imposible que puedas volver a competir.

P. En ese proceso, ¿no pensó nunca en abandonar, en dejarlo todo? ¿No tuvo un bajón?

R. Nunca jamás.

P. ¿Encontró más ayuda o más resentimiento?

R. De todo. Pero lo principal es la gente que te ayuda con el corazón. Es importante lo deportivo, pero lo fundamental en esos momentos es la gente de corazón que se vuelca contigo. Si te fijas sólo en lo deportivo, es únicamente una parte de la reacción.

P. Ahora todo es distinto. En el Giro renació y en la Vuelta es uno de los favoritos. ¿Es éste su gran reto?

R. En el Giro también era uno de los favoritos. Desde que regresé, he obtenido buenos resultados: en Argentina, en el Trentino... Y en el Giro, sí, también era favorito. Será porque soy un buen corredor. Si ahora estoy haciendo esta entrevista con usted es porque cuento entre los favoritos y tengo verdaderas posibilidades de ganar. Eso es así.

P. De todo lo que le ha ocurrido, ¿qué conclusión positiva ha sacado?

R. Que tengo mucho más carácter y que sigo siendo uno de los favoritos. Es el fruto de asumir que has hecho algo malo en el pasado, pero que sigues soñando con el futuro. Si algo tengo claro es que un ganador tiene que ser el primero en saber perder. Y aquí estoy.

P. Este fin de semana, con tres etapas de montaña, puede decidirse la Vuelta.

R. La verdad es que son tres etapas importantes, pero tampoco se puede olvidar que después quedará otra semana importante. Estos tres días te pueden dar casi la Vuelta, pero te faltará un trocito del maillot dorado para ganártelo en el último tramo.

P. Si no gana, ¿lo asumirá como un fracaso o como la consecuencia de sus dos años de parón, de no poder competir en las grandes vueltas?

R. Si no gano será porque otro es mejor. No hay que darle más vueltas. Yo he trabajado bien. Hasta ahora voy bien, pero aquí sólo puede ganar uno, lo cual no significa que los restantes hayan fracasado

P. Usted era la gran esperanza italiana para el Tour. ¿Se siente con fuerzas para seguir siéndolo a partir de ahora?

R. Me quedan nueve años para conseguirlo... Lo cierto es que ahora mismo es imprescindible que no esté Alberto Contador para poder ganarlo. De lo contrario, es realmente muy difícil.

P. Antes de que llegue la próxima ronda francesa, ¿se ve ganador de la Vuelta?

R. La Vuelta siempre está por empezar. Lo cierto es que empieza cada día. Y hay que tener en cuenta que la segunda parte de la carrera es también muy dura.

P. Usted tiene un gran equipo, el Liquigas, como Alejandro Valverde, el Caisse d'Épargne, algo que se antoja imprescindible para alcanzar el triunfo final.

R. Creo que tenemos los equipos más fuertes. Eso es importante en todas las competiciones. Pero, al final, cada uno debe subir por sí mismo los puertos y cumplir en las etapas contrarreloj. No sé si será más importante el alto de Velefique o el de La Pandera, pero todo será difícil.