La víctima de Ondara retiró una denuncia al marido

La mujer de 34 años y nacionalidad ecuatoriana que falleció en Ondara (Marina Alta) el domingo tras recibir 15 puñaladas de su esposo, acudió en mayo pasado a la Guardia Civil a denunciar unas presuntas injurias de su esposo, que la había insultado para después amenazarla con suicidarse si no le perdonaba.

Sin embargo, la víctima, según informaron ayer fuentes del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), solicitó que se archivara la causa. Los hechos quedaron recogidos, no como denuncia, sino como comparecencia. La juez de Dénia citó a la mujer a declarar y ella no solicitó orden de protección, renunció a cuantas acciones civiles y penales correspondieran y pidió el archivo del procedimiento, ya que no se había vuelto a producir una situación similar. Aseguró "no temer a su marido", con el que convivía junto a sus tres hijos, de entre 5 y 16 años de edad.

Ahora la pareja estaba en trámites de separación, y en la madrugada del sábado discutieron en plena calle. Él le asestó 15 puñaladas que acabaron con su vida. El agresor, que confesó el crimen al entregarse a la Guardia Civil, sigue detenido, aunque permanece ingresado en un centro hospitalario por sus heridas, y hoy está previsto que pase a disposición judicial.

Durante este año seis mujeres (tres en Alicante, dos en Castellón y otra en Valencia) han fallecido a manos de sus maridos. La subdelegada del Gobierno en Alicante, Encarna Linares, recordó que otras nueve mujeres sufren "riesgo extremo" de ser agredidas y que otras 44 presentan un "alto riesgo". Este año se han interpuesto en la provincia de Alicante 2.198 denuncias por malos tratos y hay 2.868 órdenes de protección. Linares recomendó a las víctimas que denuncien.