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Iannone se pasa de vueltas

El italiano tira en la última curva de 125cc a Espargaró y dice que el español le "da asco"

Oriol Puigdemont

A medida que van quemando etapas en el Campeonato del Mundo, los motociclistas aprenden a controlar sus emociones dentro de la pista, a calibrar sus maniobras y a moderarse para no cometer imprudencias. Pero, a los 20 años, el italiano Andrea Iannone tiene mucho trabajo por delante en ese aspecto. En muchas ocasiones, su estilo sobre la montura deja de ser agresivo para convertirse en peligroso: uno no puede entrar en la última curva de la última vuelta de una carrera, la de 125cc, como ayer lo hizo él mientras iba segundo, detrás del español Pol Espargaró, y tratar de hacer correr la moto por encima del piano. O puede hacerse. Lo imposible es pretender que, al enfilar la recta, la máquina siga derecha.

La maniobra del piloto de Aprilia, en su intento de colocarse en cabeza, fue suicida

Sin duda, correr en casa jugó una mala pasada al piloto de Vasto, una ciudad emplazada en la pantorrilla de la bota italiana. Iannone llegó pasado de vueltas al tramo decisivo de la prueba y, ante su hinchada, no pudo controlar sus impulsos. El problema, en este caso, es que con su error se llevó por delante a Espargaró, que había hecho la carrera de su vida.

El catalán, que hace una semana, en Indianápolis, estrenó su casillero de victorias, había arrancado fatal, pero, a base de rapidez, asomó la cabeza. Primero, se comió entero al grupo que perseguía a Iannone y Julián Simón, que marchaban escapados con tres segundos y medio de ventaja (10ª vuelta). Luego, llegó hasta ellos a falta de cuatro giros para el final. Con la inercia que llevaba, Polyccio les pasó por encima a falta de tres. La experiencia de Simón hizo que se oliera algo, de forma que el de Villacañas prefirió mantenerse al margen de la pelotera que montaron Iannone y Espargaró en los dos últimos.

Durante la última vuelta, el de Granollers se dedicó a cerrar todos los huecos habidos y por haber para impedir que Iannone encontrara una brecha por donde meter el neumático delantero de su Aprilia. La Derbi roja llegó a la última curva al mando. Entonces, Iannone entró por el interior, se subió al piano y trató de abordar la salida del viraje. Al inclinar la moto, las ruedas no resistieron y la moto rodó por el suelo llevándose puesto a Espargaró, que circulaba por el exterior, directo hacia su segundo triunfo en el certamen. Al levantarse del suelo, el español buscó su montura con la mirada y la vio colgada en las vallas, a más de un metro de altura. Entonces se fue directo hacia Iannone, que trataba de reincorporarse a la pista y le dio un golpe. Eso provocó que el italiano se le encarase y, a su vez, le propinara un cascazo.

Unos minutos después, una vez que los integrantes de su equipo lograron calmarle, el de Derbi atendió a los periodistas en la puerta de su taller esforzándose por contener las lágrimas. "No había espacio para pasarme, y menos frenando, porque era de la forma en que más les recorté", dijo Espargaró, que declinó la posibilidad de ir a hablar con Iannone aduciendo: "Con él me resultaría imposible hablar tranquilamente". Sin embargo, aún no sabía que su rival se había despachado a gusto.

"Espargaró ha venido hacia mí y me ha golpeado. Me da asco. Los españoles son así", soltó Iannone ante las cámaras de la televisión.

Puede que esos insultos ayudaran a que la dirección de la carrera le impusiera una multa de 5.000 dólares (unos 3.900 euros) por considerar que "el cabezazo a Espargaró es perjudicial para los intereses del deporte", según su comunicado.

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