Un otoño revelador

Un mes tradicionalmente favorable en lo que a empleo se refiere como agosto acaba de cerrarse con un balance de 85.000 parados más. Otros indicadores económicos tan significativos como el PIB siguen a la baja y la situación económica de decenas de miles de familias españolas empeora cada día. Más que anunciar una salida a la crisis, parece que el próximo otoño nos augura un recrudecimiento de la misma, recrudecimiento que, por otra parte, dejaría sin efecto los denodados esfuerzos de nuestro Gobierno por ocultar a la ciudadanía la verdadera magnitud de la borrasca que se le viene encima. Entre tanto desatino, la oposición aprovecha la coyuntura para poner sobre la mesa soluciones tan demagógicas como una bajada de impuestos con el único fin de obtener votos.

Ni socialistas ni populares hablan claro y da la sensación de que ambos están manipulando la realidad atendiendo exclusivamente a intereses partidistas. En situaciones excepcionales, y ésta puede que lo sea en poco tiempo, PSOE y PP deben formar un frente común junto al resto de fuerzas políticas, dejando de lado un enfrentamiento baldío que en nada beneficia a los españoles.

Pero, más allá de eso y por encima de todo lo demás, los dos partidos deben procurar tratar con el respeto y la consideración que se merece a una sociedad española que alcanzó la mayoría de edad democrática hace ya algunos años.