La FIA contra Renault
La escudería se arriesga a ser expulsada de la F-1 si se demuestra que conspiró para que Alonso ganara en 2008 el GP de Singapur
Mientras Fernando Alonso visitaba las obras del circuito de karts y al museo que llevarán su nombre en Oviedo, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) convocaba al Consejo Mundial de forma extraordinaria el próximo día 21 para juzgar si el accidente que sufrió Nelsinho Piquet en el Gran Premio de Singapur de 2008 fue provocado por Renault para favorecer al español, que acabó ganando. La escudería francesa emitió ayer un comunicado en el que anuncia que no hará ninguna declaración. Alonso tampoco habló. Se muestran muy cautos porque el juicio que sufrirán podría concluir con la expulsión del equipo del Mundial de F-1 si se demuestra su culpabilidad.
"Renault deberá responder a cargos que incluyen una transgresión del artículo 151c del Código Internacional Deportivo, porque el equipo conspiró con su piloto Nelson Piquet Jr., para causar un accidente deliberado en Singapur 2008 con la intención de provocar la aparición del coche de seguridad y favorecer a su otro piloto, Fernando Alonso". El texto enviado ayer por la FIA confirma los cargos y que los emisarios de Renault, entre los que probablemente comparecerá también el ovetense, deberán probar que son falsos.
El piloto español tendrá que declarar probablemente ante el Consejo Mundial
Alonso ganó la primera carrera nocturna de la historia, en Singapur, después del accidente que sufrió su compañero Piquet sólo una vuelta después de que él entrara a repostar. El asturiano salió del taller el último (12ª vuelta), pero con la aparición del safety car se convirtió en el líder y acabó logrando su primera victoria de la temporada. Piquet declaró que había cometido un error porque había apurado demasiado hasta tocar el muro. Ahora, despedido de mala manera de Renault, filtró a la televisión brasileña Globo que le habían ordenado estrellarse.
La FIA inició las diligencias en Spa-Francorchamps, el pasado domingo. Pidió las grabaciones entre el equipo y los pilotos, estudió los vídeos y habló con varios miembros de Renault. Ayer decidió que tiene indicios suficientes para convocar a los 24 miembros del Consejo Mundial, la máxima autoridad, y acusar a la escudería de hacer trampas. Aunque en la sombra todo apunta a que se trata de la última venganza de Max Mosley, aún presidente de la FIA, contra su enemigo Flavio Briatore, las consecuencias pueden ser gravísimas tal y como apuntaba recientemente Bernie Ecclestone: "Puede provocar la marcha inmediata de Renault de la F-1". Si eso ocurre, Alonso tendrá un problema.
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