Xunta y Fomento preparan el traspaso de la gestión de los tres aeropuertos

A la polémica de las líneas de bajo coste se une el arranque del traspaso de la gestión de los aeropuertos. José Blanco, ministro de Fomento, tiene sobre la mesa un plan que revisa el anunciado por su antecesora, Magdalena Álvarez, y que pivota sobre la cesión y transferencia de las terminales. El proyecto será llevado al Congreso antes de fin de año. Sus ejes básicos redefinen el modelo aeroportuario de forma integral. A la gestión compartida, uno de los puntos en que más incidía el proyecto inicial, se une ahora la transferencia de la gestión.

En la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras ya conocen estos planes y han impulsado una comisión de trabajo para sentarse a negociar con el ministerio. En el equipo que analiza la eventual transferencia también figuran responsables de los departamentos de Economía e Industra y Cultura. "Nuestro objetivo es la gestión conjunta de las tres terminales, considerando Galicia como un único destino, pero no queremos aeropuertos de segunda, por lo que habrá que sentarse a hablar de dotaciones presupuestarias para asumir la gestión", señalan desde Medio Ambiente. "Los planteamientos iniciales del ministerio nos parecen positivos, y ya estamos trabajando en esa línea", recuerdan, "pero siempre bajo la premisa de que se tendrá que establecer una negociación".

Entre los planes de Blanco, se encuentra dar entrada al sector privado e incorporar a las comunidades autónomas. El nuevo modelo de Fomento amplía el anterior y pivota sobre un esquema de descentralización que permite dibujar cómo será el futuro de los tres aeropuertos gallegos. De acuerdo con el plan inicial, impulsado por Magdalena Álvarez, Aena (holding público dependiente de Fomento) seguiría teniendo la mayoría del capital de las empresas gestoras que se impulsen, que pueden estar vinculadas a un único aeropuerto (se entiende los de mayor capacidad), o agrupar varios cuando se trate de terminales de menor envergadura, que sería el caso gallego. El Gobierno central parte de la base de que la viabilidad económica de buena parte de los aeródromos no estaría asegurada al margen de Aena.