2009, la temporada de oro

El teatro no está en crisis. Es, al menos, lo que se desprende de las cifras relativas a las taquillas del Arriaga y del Palacio Euskalduna. Las propuestas que esta temporada han programado se han convertido todas y cada una de ellas en un éxito. Un boom que para algunos se engloba a nivel mundial dentro de una segunda edad dorada del teatro en detrimento del cine y a pesar de la crisis económica. Y que para otros responde a un cartel inigualable y que costará años en repetirse.

El actor y director bilbaíno Ramón Barea afirmaba en marzo "el teatro se revaloriza con Internet porque no nos queda más remedio que ir a verlo". En esta misma idea insiste Fernando Bernués, miembro de la compañía de teatro Tanttaka de San Sebastián, "cuando era pequeño lo inédito era ver la tele ahora lo raro es que alguien te cuente una historia. Ante la saturación audiovisual es algo que necesitamos".

'Mamma Mia' ha vendido 36.000 entradas y 'Un dios salvaje', 18.000

El Euskalduna atribuye el éxito a la calidad de las obras programadas

Quizás sea esta la razón que haya movido a más de 36.000 personas a comprar una entrada para el espectáculo Mamma Mia! -en el Arriaga desde el seis de agosto hasta el seis de septiembre-. Un hecho sin precedentes en la escena vasca según apunta el Teatro. Ángel Delgado, el gerente de giras y eventos de la productora del popular musical, señala que el truco está en que "te puedes encontrar a tres generaciones, hijas, madres y abuelas cantando las canciones de ABBA. No es lo mismo que ver una película, la cercanía es lo que engancha al público".

Las cifras de venta de entradas de Un dios salvaje y El enfermo imaginario, dos de las propuestas del Euskalduna para esta temporada, tampoco son desdeñables. La obra que junta en escena a Maribel Verdú y Aitana Sánchez Gijón ha vendido hasta la fecha en Bilbao 18.000 entradas y todavía le quedan nueve días en cartel. Enrique San Francisco y su hipocondría sumaron 9.500 en seis días.

El director del palacio Euskalduna, Jon Ortuzar, sostiene, sin embargo, que el teatro al igual que otras industrias no es ajena a la crisis. "La clave de este año ha sido juntar cinco obras inigualables. No nos engañemos: una temporada así nos va a costar años repetirla". Además, Ortuzar señala que en verano, coincidiendo con la programación especial de la Aste Nagusia, se produce un efecto estacional que provoca que mucha gente que a lo largo del año no va al teatro se acerque durante estos días por allí.

Bernués también recuerda que la situación del teatro en el País Vasco independientemente de los éxitos de la temporada es "muy frágil" comparada con Madrid o Barcelona. "El problema es que todos los espacios de exhibición son públicos mientras que la creación es 100% privada. Esto provoca que el negocio se encuentre a largo y corto plazo en un callejón sin salida".