El capital de los Hermanos Marx

Desde que Lorca embarcó a Buster Keaton en un paseo escénico surrealista, los grandes cómicos del cine en blanco y negro no han cesado de inspirar obras teatrales de carácter biográfico (Charlot en el país de la libertad, de David Barbero) o de pura ficción (El gordo y el flaco, de Juan Mayorga). La verdadera historia de los Hermanos Marx, que se estrena mañana en el Teatro Fígaro, es un juguete cómico donde el dramaturgo Julio Salvatierra y la compañía Teatro Meridional se inventan una disparatada aventura policiaca póstuma de los protagonistas de Sopa de ganso.

"La trama parte de un hecho real: en 1985, el FBI desclasificó informes de la época del senador McCarthy donde se investigaban supuestas simpatías comunistas de Groucho", dice Salvatierra. "Hemos transformado esos informes en un documental donde aparecen los hermanos Marx conversando con Stalin y con Fidel Castro. El robo de la cinta y la peripecia para recuperarla nos sirven de pretexto para recrear hitos de su filmografía: la escena del camarote y la del baile de Una noche en la ópera, la de Animal Crackers donde Groucho dicta una carta a Zeppo...".

Julio Salvatierra es especialista en llevar personajes históricos a escena: Leonardo da Vinci, Diderot y Miguel Hernández figuran entre los protagonistas de las obras que ha escrito para Teatro Meridional, compañía que fundó hace 17 años junto al director actor Álvaro Lavín. "Más que la personalidad de los Marx nos interesan sus personajes, especialmente Groucho, con cuyo humor gamberro nos sentimos identificados".

Pero después de leer sus autobiografías, es Harpo quien le parece más atractivo. "Seguramente es quien me hubiera caído mejor". Chani Martín, su intérprete, dice que Harpo tiene vida propia: "Basta con que me coloque su peluca para que él aparezca". Con Groucho sucede igual. Mientras se pinta el bigote en su camerino del Teatro Fígaro, a Álvaro Lavín se le escapa una sonrisa ajena: "Ves, ya está ahí Groucho", observa.

"Quizá el más inasible de los hermanos sea Chico. Le he perseguido de fuera hacia adentro, desde su pinta de mafioso de tres al cuarto hasta su carácter de liante", dice el actor Eugenio Villota. "Si te fijas, tiene unas manos enormes, de jugador de póquer, de prestidigitador manirroto, que lanza siempre por delante". Zeppo, el galán cabal, encarnado por Iván Villanueva, "era en la vida el más alocado de los cuatro", explica Salvatierra.

La verdadera historia de los Hermanos Marx ha ido cambiando desde que se estrenara en otoño de 2007, tras más de cien representaciones. "Hemos eliminado y corregido escenas. También los Marx probaban sus espectáculos en gira", prosigue su autor. "Viéndonos, muchos jóvenes han descubierto a un cuarteto que, de vivir hoy, tendría un programa tipo Muchachada Nui", opina Marina Seresesky, intérprete de un trasunto escénico de Thelma Todd, la rubia que enloquecía a Groucho en sus primeras películas. Completa el reparto Paloma Vidal, en el papel de una viuda acaudalada que resume cuantas encarnara la inefable Margaret Dumont.

La verdadera historia de los Hermanos Marx. Desde hoy. Teatro Fígaro. Doctor Cortezo, 5. Metro Sol. Entradas: entre 18 y 25 euros.