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18 toneladas de pesca ilegal decomisadas en tres meses

La Xunta quiere introducir el furtivismo en el Código Penal

Un 2.000% más que en el mismo periodo del pasado año. En los meses de junio, julio y agosto la Consellería de Mar ha decomisado un total de 18.361 kilogramos de pescados y moluscos procedentes de la actividad de los furtivos, así como de barcos que superaron su cuota de pesca o que capturaban ejemplares por debajo de su tamaño mínimo permitido. En estos mismos tres meses de 2008, el total de productos decomisados fue de 900 kilogramos.

La conselleira de Mar, Rosa Quintana, presentó ayer un primer balance del plan que la Xunta puso en marcha el pasado mes de junio contra el furtivismo, gracias al cual, dijo, aumentaron los decomisos un 2.000% y las incautaciones de artes de pesca, nasas o embarcaciones en un 27%. Los dos puntos negros del furtivismo continúan siendo las rías de O Burgo y Ferrol, aunque también A Costa da Morte.

El PSdeG dice que Mar suma mejillones con toxina que antes no se contabilizaban

Quintana consideró que, aunque estos resultados "no son tremendamente satisfactorios", el plan supone una forma "muy eficaz" de lucha contra el furtivismo, no "ornamental" como la del bipartito. "En los últimos cuatro años aumentó muchísimo el furtivismo", aseguró la titular de Mar para criticar a renglón seguido el "caos y falta de gestión" del anterior Gobierno de la Xunta. El PSdeG, a través de su portavoz de Pesca, Marisol Soneira, respondió que la "enorme diferencia" de decomisos entre el verano de 2008 y 2009 se debe a las "incautaciones de partidas de mejillones, paralizadas por altos niveles de biotoxina paralizante" -1.080 sacos en la ría de Aldán el pasado mes de junio-, que "el Gobierno anterior nunca contabilizó como decomisos". Así se explica, dicen, "que con 110 inspecciones menos y 31 infracciones más" que en 2008 se produzcan 1.503 incautaciones y 17.791 kilos más este verano.

El plan contra el furtivismo se centra en controlar los medios de producción y los canales de comercialización, así como en una reforma del Código Penal, en la que están trabajando los servicios jurídicos de la Xunta, para que el furtivismo "sea considerado un delito". "Conseguimos darle a los ciudadanos una mayor calidad alimentaria", afirmó la conselleira. Los pescados y mariscos intervenidos cuando estaban vivos fueron devueltos al mar, mientras que los que se encontraron muertos se repartieron a entidades benéficas. Los procedentes de zonas donde está prohibida la extracción por motivos sanitarios fueron eliminados.

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