Lass quiere ser Xavi
El francés se descuelga y da un recital ante un contemplativo Rosenborg
El Madrid se presentó ante su hinchada después de un mes de maniobras. El Trofeo Bernabéu fue el último simulacro antes del campeonato, que empieza el sábado. El rival invitado, el Rosenborg, acudió a la cita con ánimo contemplativo, entre tímido y agradecido por el detalle. A pesar de la escasa entidad del visitante, las gradas estaban rebosantes. Había gran expectación por descubrir los secretos del equipo que ha formado Florentino Pérez. Pero el fútbol es caprichoso. Para empezar, la gente descubrió a Lass.
Desde que empezó sus ensayos, el técnico, Manuel Pellegrini, tiene resuelto que Lass y Xabi Alonso serán sus medios centros. La tarea no es sencilla. Muchas veces, en la línea medular, uno más uno es igual a cero. La resolución del problema está pendiente. En el club aseguran que si Xabi se coordinó con Mascherano en el Liverpool podría hacerlo con Lass en el Madrid. En el Liverpool, Mascherano era el pivote defensivo mientras Alonso organizaba el juego. Por lo que se ha visto hasta ahora, Pellegrini quiere que entre Lass y Alonso se repartan las funciones en partes iguales.
REAL MADRID 4 - ROSENBORG 0
Real Madrid: Casillas; Arbeloa (Pepe, m. 46), Albiol, Garay, Marcelo (Drenthe, m. 71); Cristiano Ronaldo (Guti, m. 66), Xabi Alonso (Granero, m. 46), Lass (Diarra, m. 76), Kaká (Van Nistelrooy, m. 76); Raúl (Higuaín, m. 58) y Benzema (Robben, m. 58).
Rosenborg: Jarstein; Lustig, Annan, Stadsgaard, Dorsin (Wamberg, m. 89); Strand (Traoré, m. 46), Sapara (Lago, m. 57); Demidov (Savolainen, m. 78), Iversen (Zahora, m. 89), Skjelbred; y Prica (Olsen, m. 46).
Goles: 1-0. M. 12. Benzema. 2-0. M. 26. Lass. 3-0. M. 27. Benzema. 4-0. M. 55. Raúl.
Ábritro: Rubinos Pérez.
Santiago Bernabéu: 80.000 espectadores. El Real Madrid, ganador del XXXI Trofeo Bernabéu. Antes de comenzar el partido se homenajeó a Míchel Salgado y Marta Domínguez hizo el saque de honor.
Lass se prodigó con coraje y precisión, escondiendo el balón o pasándolo al hueco
Cuando Kaká entró en el engranaje, Cristiano empezó a tocar más la pelota
Los prejuicios le atribuyen a Lass condiciones de recuperador, de medio defensivo, mientras que Xabi tiene reputación de organizador. Sin embargo, el francés mostró ayer que puede dar mucho más. Hizo una exhibición como interior. Cada vez que se descolgó tomó las decisiones adecuadas. Jugó con atrevimiento y precisión, escondiendo el balón, haciendo la pausa o tocando de primera, en corto, en largo y al hueco. Conectó con los delanteros y no perdió claridad cuando se aproximó al área oponente. Hasta se permitió el lujo de ejercitar un disparo. Lo hizo tan bien que metió un gol por la escuadra. Lass lo suele decir: "El jugador que más me gusta es Xavi Hernández, el del Barça; lo hace todo bien". Sea porque se lo ordenaron, sea porque le salió del alma, ayer, Lass fue Xavi. La experiencia puede ofrecer a Pellegrini las claves de la solución del problema del medio campo.
El partido tuvo todos los ingredientes de un entrenamiento vespertino. La muchedumbre se mostró reticente a exhibir emociones. Para empezar, el equipo se partió. Kaká, Raúl y Benzema se situaron arriba, a esperar que los volantes elaborasen. Cristiano Ronaldo arrancó en la banda izquierda y luego se fue a la derecha. En ambas posiciones se mostró inseguro. Al equipo le falta compenetración. Los jugadores se buscaron con la mirada, procurando conocerse. Así pasaron los minutos iniciales. Entre los dudosos, el más decidido fue Lass, que agitó al personal. En esta fase apareció Marcelo, que, en una subida, se metió por el carril del 10 y le sirvió un balón a Benzema. El francés rompió el fuera de juego, recibió con la espuela derecha, se acomodó el tiro según se giraba y fulminó con la zurda. Fue más que un gran gol. Fue una insinuación de las tremendas posibilidades de Benzema.
El gol dio confianza al Madrid, que, bajo la dirección de Alonso y Lass, empezó a combinar. Ayudó Kaká cuando bajó unos metros y pidió el balón. Cuando el brasileño entró en el engranaje, como efecto automático, Cristiano se enchufó. La circulación se hizo más fluida y más profunda. Marcó Lass. Pudo ser cualquiera. Después repitió Benzema tras tirar una pared con Cristiano por la izquierda. La maniobra duró un segundo. Entró al área de Jarstein casi sin ángulo y metió el zurdazo. El balón hizo una parábola, superó al portero por arriba y entró pegado al larguero. Complacidos, los jugadores del Madrid se entregaron a los lujos.
En la segunda parte, Pellegrini dejó a Lass solo delante de los centrales, acompañado por Granero y Kaká. Así también funcionó el medio campo. Raúl marcó de cabeza a la salida de un córner, como para dejar constancia de su presencia. Van Nistelrooy y Diarra jugaron los últimos 15 minutos. Así cerraron 10 meses de sufrimiento tras ser operados de sendas lesiones de rodilla. El público les dio la bienvenida con una ovación.
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