Los recortes en Sanidad deterioran la calidad de las Urgencias en La Fe

Agosto no es un buen mes para caer enfermo. Y menos para tener que ir a Urgencias. Las vacaciones dejan medio vacíos los hospitales, y a ello se suman las dificultades económicas de los centros sanitarios, que complican la búsqueda de sustitutos. Los gestores recurren a lo único que tienen a mano: los médicos residentes (MIR), que todavía se encuentran en periodo formativo. Los MIR de La Fe, más de 200, que han sido movilizados en todas las especialidades para cubrir los huecos -incluidos, los de último año de residencia- protestaron ayer a las puertas del hospital.

Denuncian que la medida tomada les impide cumplir con el plan docente, entorpece su formación y va en contra de los decretos que regulan el periodo de residencia. Su despliegue a gran escala como sustitutos de Urgencias deteriora, además, la atención de los pacientes. ¿Cómo manejará un residente de quinto año de Oftalmología, después de años sin ver una patología que no sea de su especialidad, un caso grave? ¿Y uno de Ginecología? ¿Y otro de Pediatría? Como mínimo peor, de como lo haría un médico especializado en realizar guardias.

Hay otros centros con falta de sustitutos, como el General de Castellón

"La Fe tenía la intención de contratar a seis sustitutos para el verano, lo cual resultaba claramente insuficiente porque, hacían falta ocho o nueve, pero al final sólo ha podido contratar a cuatro", cuenta Andrés Cánovas, responsable del Sindicato Médico-Comunidad Valenciana, organización que respalda las movilizaciones de los MIR que no descartan, llegado el caso, ir a la huelga.

¿Por qué es complicado hallar médicos sustitutos? Cánovas afirma, y su opinión es respaldada por otras fuentes sanitarias, que se trata de un problema exclusivamente ecónomico. "No encuentran médicos porque no los pagan", dice Cánovas, "si los contratos tuvieran condiciones aceptables y estuvieran bien retribuidos no les costaría encontrarlos".

La baja calidad de la oferta de sustituciones no sólo afecta a La Fe, sino a otros muchos hospitales y centros de salud. Una situación similar se vivió el año pasado en el Clínico de Valencia, y en un caso parecido se encuentra desde hace tiempo el General de Castellón. No sólo resulta arduo encontrar profesionales para cubrir las vacaciones, sino que no es raro que los contratados abandonen el puesto a mitad del verano si les llega una oferta mejor retribuida o con perspectivas de estabilidad. La sanidad privada representa una de esas alternativas, apunta Cánovas, que este año ha tomado fuerza con la apertura del hospital de Manises (gestionado por Sanitas, Bancaja y la CAM), lo que ha dejado en la cuerda floja a más de un centro público.

El Sindicato-Médico difundió a media tarde (la concentración en La Fe fue a mediodía) un comunicado en el que aseguraba que Sanidad había tomado cartas en el asunto "ante la falta de previsión de los gestores de La Fe y el manifiesto incumplimiento de la legislación" que regula la residencia. Y que la consejería había trasladado su disposición a solucionar a través del "diálogo" el problema.