Italia busca al ganador del mayor premio de lotería sorteado en Europa

Turistas, vecinos y curiosos se amontonaban ayer en Bagnone, una localidad de 2.000 habitantes al noroeste de la Toscana italiana. Querían asistir a las celebraciones del "pueblo besado por la fortuna", como lo describe la prensa italiana. Allí fueron a parar el sábado los 147,8 millones de euros de premio del Superenalotto, la lotería italiana que acumulaba el mayor bote de la historia de los sorteos con un único ganador en Europa. Los seis números de la combinación mágica fueron 10, 11, 27, 45, 79 y 88, y la posibilidad de acertarla era de una entre 622 millones.

En medio de la fiesta, entre botella y botella de vino espumoso, se sucedían los rumores sobre la identidad del ganador. La agencia estatal Ansa desveló que el acertante se había gastado tan sólo dos euros en su boleto, y que lo había comprado en un bar céntrico de Bagnone. El copropietario del establecimiento, convertido ayer en lugar de peregrinaje, declaraba a La Repubblica saber quién era: "Me ha llamado para darme las gracias. Pero no voy a decir su nombre". Ante la falta de información, se dispararon las especulaciones. Los periodistas iban a la búsqueda del supermillonario, pero los vecinos no ayudaban a precisarlo. La mayoría apuntaba que era un vecino de Bagnone de unos 40 años, pero unos aseguraban que era albañil y otros decían que trabajaba en una cooperativa agrícola. Todos los sospechosos cuyo nombre salió a la luz lo desmintieron.

En Bagnone, con todo, muchos se frotan las manos. El alcalde, Gianfranco Lazzeroni, convocó un pleno extraordinario para planear una estrategia turística para aprovechar el tirón de la notoriedad adquirida. "Ojalá sea uno de nosotros, e invierta aquí", señaló al citado diario Lazzeroni, que tiene en mente construir un polideportivo en el pueblo. Por su parte, el párroco, Marco Giuntini, sueña con "una bella procesión" en honor de San Nicolás, patrón de Bagnone.