Eto'o se impone a Diego Milito

Cuando a Samuel Eto'o le contaron que Zlatan Ibrahimovic, nada más pisar el Camp Nou, el día de su presentación, besó el escudo de la camiseta del Barça, replicó: "Bien, él besa el escudo y yo me ganaré a la afición con goles y trabajo". Tardó 55 minutos en estrenarse y lo hizo en San Siro, delante de su nuevo público. Lo hizo, una vez más, haciendo valer su carácter. Los centrales del Bari derribaron a Diego Milito en el área. El árbitro pitó penalti y el argentino gritó: "Lo tiró yo, el penalti me lo han hecho a mí". Pues nada de eso. Eto'o le arrebató la pelota y el placer de ser el primer marcador del Inter en la temporada 2009-2010.

El calcio arrancó ayer. Y el nuevo Inter de Mourinho -con Milito, Eto'o, Tiago Motta, Lucio y el regreso de Quaresma- defraudó: 1-1 contra el Bari, que en el minuto 92 estampó un disparo contra el larguero. Mostró las mismas carencias que la temporada pasada: poca y muy lenta circulación del balón y falta de jerarquía. Un pecado aún más grave, dado el peso del rival, el Bari, que ha vuelto este año a Primera. Sí, el equipo de Massimo Moratti lleva cuatro scudetti seguidos, pero en Europa, donde se mide de verdad la fuerza y la calidad de los equipos, no pasa de octavos. José Mourinho reconoció ayer que al equipo le falta un creador. "No tenemos a un jugador creativo en la medular. Me gustaría que fuese Sneijder, creo que el club está haciendo todo lo posible para ficharlo".

La falta de competitividad en Champions no preocupó a Eto'o a la hora de fichar por el Inter pero sí fue la principal razón por la que Ibrahimovic decidió marcharse. "Para ganar en Europa hace falta un equipo grande", dijo el sueco antes de recalar en el Barça. El Barça es, precisamente, un capítulo que el camerunés parece no haber cerrado todavía. Joan Laporta le dedicó un aplauso y un agradecimiento público el pasado martes durante la asamblea de socios. Él, por su parte, declaró en una entrevista a TF1 (la tele francesa) que nadie le había explicado por qué quisieron venderle: "Estuve esperando una respuesta y nunca la recibí". Y criticó a Guardiola: "Yo nunca criticaría a un técnico si otro jugador es mejor que yo, pero lo que importa es lo que haces en el campo. Y, mientras no se demuestra lo contrario, yo he merecido jugar cada domingo. Aguanté muchas cosas por amor al Barça pero esto ha sido demasiado".