Una competencia que enfrenta a los partidos

Las actuaciones de la Ertzaintza en los municipios y recintos festivos para retirar la propaganda etarra y la actuación de la Audiencia Nacional que, junto a Interior, ha prohibido las principales manifestaciones de la izquierda abertzale ilegalizada en las fiestas de San Sebastián y Bilbao ha generado en las últimas fechas una agria polémica política entre los partidos nacionalistas, de un lado, y los socialistas y populares, de otro.

"Es labor de todos no desmadrarnos", declaraba ayer a EL PAÍS el alcalde de Gernika, José María Gorroño, de EA, después de recibir duras críticas por cuestionar, junto con el PNV y Aralar, la actuación de la Ertzaintza el pasado domingo en esa localidad, que vivía sus fiestas patronales. Los agentes intervinieron para disolver un pasacalles por los presos de la banda prohibido por la Audiencia Nacional. La carga, que terminó con cuatro detenidos y nueve ertzainas contusionados, además de otros ciudadanos, motivó la respuesta más dura surgida en bastante tiempo de un cargo público de un partido nacionalista democrático contra la policía vasca. El primer edil de la localidad vizcaína llegó a acusar a los agentes de causar "alarma social" con su actuación.

Eudel teme que no logre la retirada de símbolos en los pequeños pueblos

Gorroño, quien pide una reflexión, coincide con muchos alcaldes del PNV en que el problema de la presencia de símbolos de apoyo a ETA en las calles estaba controlado: "Quienes mantienen este tipo de posturas y ponen fotos o pintadas son los de siempre, y si se les hubiera dejado en paz todo hubiera seguido igual", sostuvo.

El PNV, que controla 128 de los 251 ayuntamientos vascos, considera ahora que retirar toda esa simbología supone una injerencia de la consejería de Interior en las competencias municipales. La ley de Víctimas atribuye a los ayuntamientos buena parte del papel contra los apoyos públicos a la banda.

La situación ha llegado a un punto en que Interior ha emplazado por medio de dos cartas al presidente de la asociación municipal Eudel, el peneuvista Jokin Bildarratz, alcalde de Tolosa, a celebrar una reunión urgente en la que abordar este asunto. La cita se celebrará previsiblemente la semana entrante, pero Eudel no tiene nada claro que vaya a poder impulsar la retirada de simbología sobre todo en aquellos ayuntamientos pequeños con una fuerte presencia de la izquierda abertzale ilegalizada o directamente en sus manos.

La campaña de tolerancia cero ha convertido al consejero de Interior, Rodolfo Ares, en la bestia negra de los radicales en los últimos dos meses. por ejemplo, el ex secretario general del sindicato LAB, Rafael Díez Usabiaga, acusaba ayer a Ares en un artículo en Gara de impulsar una campaña para "criminalizar la solidaridad con los presos".