La ola de calor obliga a limitar el acceso a las zonas forestales

La ola de calor ha elevado al máximo el riesgo de incendios. Protección Civil incrementó hasta el nivel 3 la alerta debido a las altas temperaturas y la baja humedad. Para minimizar los riesgos, los bomberos restringieron el acceso a varios parques naturales y zonas de montaña, especialmente de Tarragona.

El calor se ha cebado en el interior de esta provincia. Los bomberos decretaron ayer el cierre de tres sierras: la del Montsant (Priorat, Garrigues y Ribera d'Ebre), los Ports de Besseit (Baix Ebre, Terra Alta y Montsià) y la cordillera formada por las montañas de Tivissa, Vandellòs, Llaberia y Pradell (Baix Camp, Priorat, Ribera d'Ebre y Baix Ebre). Son unas 50.000 hectáreas abrasadas por temperaturas de más de 32 grados a las que sólo pueden acceder los vecinos.

Sólo los vecinos pueden llegar al macizo de Cadiretes, en Girona

El temor a los incendios se alimenta de los focos de fuego que surgen a diario en Tarragona. Ayer, los bomberos lograron contener dos, lo que eleva a una decena los incendios controlados en la última semana. Los montes afectados, castigados por el sol y la baja humedad, seguirán cerrados al menos hasta finales de semana. Es el periodo que tardará en remitir la ola de calor, apuntó el Meteocat.

El mercurio rebasó ayer los 39,3 grados en Ribera d'Ebre mientras que en el resto de comarcas osciló entre los 29 y los 37 grados. Son temperaturas extremas que obligan a intensificar la vigilancia sobre la población de riesgo: niños y ancianos. Unos 100 trabajadores sociales de Tarragona recorren las casas de la ciudad para cerciorarse de que las viviendas están bien ventiladas. También acuden a los casals de verano para niños y a las residencias de jubilados para recordar la importancia de beber agua y de no salir de casa durante las horas de sol.

En el centro de la ciudad de Girona, el termómetro alcanzó los 38 grados a las once de la mañana. Diversos municipios del prelitoral y del interior de la provincia rozaron también ayer esa temperatura sofocante. El territorio está desde el lunes y hasta hoy bajo una ola de calor. Ante esta situación, se cerraron los accesos al macizo de Cadiretes, entre las comarcas del Baix Empordà, el Gironès y la Selva. El paso sólo está permitido a los vecinos. El objetivo es evitar en la medida de lo posible que se origine fuego, como el que ardió el lunes en Caldes de Malavella. Cerca de las cuatro de la tarde un montón de neumáticos prendió en una zona de matojos, fuera del núcleo urbano. Afortunadamente, sólo ardió una hectárea y media. Pese al bochorno, el Instituto Catalán de la Salud en la provincia no registró un aumento de la demanda de ayuda de la población de riesgo.