Medallas para todas

Marta Xargay tiene 18 años, cuatro medallas internacionales y muy pocas vacaciones. Salió de su casa de Girona el 14 de junio y volvió el 3 de agosto, 18 partidos oficiales después, con dos platas al cuello, una en el Europeo sub 20 y otra en el Mundial sub 19, la primera de la historia del baloncesto femenino español.

De Polonia a Bangkok sin pasar por casa, pero con el premio a la jugadora más valiosa del mundial en la maleta de vuelta. Es la primera española que lo consigue. "Nadie se esperaba lo que hemos logrado y estoy contentísima de no tener ni un mes de vacaciones", dice orgullosa. Ella, como Alba Torrens, Laura Nicholls o Leo Rodríguez, ha participado en dos de los cinco podios internacionales que ha conseguido el baloncesto femenino español este verano. Pleno histórico: desde el bronce europeo de la absoluta en Letonia hasta el oro de la sub 16 en Nápoles, todas las selecciones femeninas se han llevado medalla.

Marta tenía tres años cuando, en 1993, la generación de Betty Cebrián y Marina Ferragut dio el primer oro europeo a la historia del baloncesto español. Pero algo ha cambiado en la cantera femenina que, pese a los éxitos de jugadoras como Amaya Valdemoro, triple ganadora del anillo de la WNBA, ha alcanzado ahora su máximo nivel.

"Hemos ganado la madurez que antes no teníamos". El director deportivo de la Federación, Ángel Palmi, saca pecho ante los números: en los últimos seis europeos sub 16 España se ha llevado cinco oros y una plata, y hace diez años que nadie baja a la selección absoluta del podio continental. Su fórmula, el llamado Método FEB. "Hace siete años creamos un sistema en 16 pasos que comienza con el Campeonato de España de minibasket, al que acuden niñas de 11 años de toda España. A partir de ahí empieza un seguimiento individualizado hasta que cumplen los 16 y son seleccionadas para el cadete". Algunas de ellas ingresan en los centros de alto rendimiento de Cataluña y Baleares, pero la idea es que no se separaren muy pronto de su entorno.

Marta Xargay es un buen ejemplo. Gracias a la creación de la Liga 2, hace ahora ocho temporadas, ha podido jugar al máximo nivel sin moverse de su ciudad, Girona. Se estrenará en Liga Femenina con 18 años, mientras que jugadoras como Anna Montañana, que este verano ha debutado en la WNBA con 28 años, tuvieron que hacerlo con 13. En su nuevo equipo, el Perfumerías Avenida, coincidirá con Alba Torrens, quien a sus 19 años es otra de las joyas de la cantera nacional.

Elegida con el 36 en el último draft, Torrens prefirió quedarse este verano con la selección. Su decisión le ha dejado dos medallas europeas: un bronce con la absoluta y una plata con la sub 20, y ya van seis en su palmarés particular. Torrens, como Laura Nicholls o Tamara Abalde, compartió convocatoria con Amaya Valdemoro, de 32 años. "No hay que crecer con ansiedad, pero esta generación está llamada a cosechar muchos éxitos mundiales", dice José Luis Sáez, presidente de la Federación Española de Baloncesto, quien para el año que viene quiere que la mitad de las jugadoras de la selección absoluta sean menores de 24 años. "El talento no hay que cortarlo y para crecer hay que asumir riesgos", asegura.