Todo a punto para presentar la moción de censura en Benidorm
Un tránsfuga dará la alcaldía a los socialistas, pese a la oposición de Alarte
"Se prevé un mes de agosto caliente y el mes de septiembre abrirá una nueva etapa". Esta frase del ex concejal del PP José Bañuls en una televisión local de Benidorm desató un terremoto político en la capital de La Marina Baixa. Bañuls, además, solicitó la semana pasada su presencia en las comisiones informativas en calidad de portavoz del partido Iniciativa Benidorm, con el que pretende concurrir a las elecciones de 2011 y amortiguar la inevitable alusión a su transfuguismo si da un paso más y decide apoyar la moción de censura que desalojaría al PP de la alcaldía.
Hace una par de semanas, la ejecutiva provincial del PSPV se reunió en Benidorm y allí la secretaria general Ana Barceló anunció "una hoja de ruta" con "unos plazos y una cronología" que no dará a conocer hasta septiembre.
El PP ofreció cargos a tres concejales del PSPV para que se pasaran de bando
Desde entonces, toda la actividad política en Benidorm gira en torno a la inevitable moción de censura, que desalojará al PP de la alcaldía de la mano de un tránsfuga. Hasta el PP da por hecha la moción, cuyo paralelismo con la que hace años quitó la alcaldía a los socialistas para entregársela a Eduardo Zaplana, de la mano de la tránsfuga Maruja Sánchez, resulta obvio.
El PP, sin embargo, no se ha quedado quieto a verlas pasar. Los populares, a través de intermediarios, sondearon hasta tres concejales socialistas para ver si alguno se pasaba de bando. Los argumentos para convencerles no fueron precisamente ideológicos. A uno le ofrecieron una dirección general en una consejería; a otro, la dirección del Instituto Valenciano de Turismo, que se inaugurará próximamente en Benidorm, y un tercero reconoce haber recibido ofertas que incluían a familiares desde que tiene el acta de concejal.
Pero las ofertas no cayeron en terreno abonado y los concejales del PSPV, unos con mayor diligencia que otros, pusieron los hechos en conocimiento de su partido, dejando al PP sin margen de maniobra. De hecho, los intentos de los populares han servido para cohesionar más al Grupo Socialista municipal.
El PSPV de Benidorm, apoyado por la dirección provincial, está dispuesto a seguir adelante con la moción de censura diga lo que diga Jorge Alarte, que siempre se ha opuesto con varios argumentos y que, incluso, llegó a decir: "Yo no soy Camps", para explicar el porqué de su decisión. Por otra parte, a nadie se le escapa la situación en que pueda quedar Leire Pajín, secretaria de Organización federal del PSOE, y cuya familia tiene una indudable influencia en la agrupación de Benidorm. La madre de Pajín es la portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento.
Pero la decisión está tomada. En la dirección provincia pesan, y no poco, las pérdidas de las alcaldías de Dénia, La Vila Joiosa y la Vall de Laguar a través de mociones de censura. Y en la dirección de Benidorm, el hecho de que, como han comprobado, resulta muy difícil gobernar desde la oposición, aún teniendo la mayoría. Los errores propios les han impedido, entre otras cosas, despedir a Maruja Sánchez del Ayuntamiento, junto a otros asesores del PP, y José Bañuls sigue sin disponer de los medios que reclama por falta de dotación presupuestaria. Y ni los unos ni el otro están dispuestos a esperar a la aprobación de los presupuestos de 2010 para sacar adelante sus iniciativas.
En cambio, todos estos problemas se resolverían con una moción que sustituyera al alcalde del PP, Manuel Pérez Fenoll, por un socialista.
La división interna del PP en Benidorm les ha imposibilitado para presentar una alternativa con la que frenar la moción. Ni tan siquiera contemplaron la sustitución de Pérez Fenoll en la alcaldía por otro concejal popular para buscar el entendimiento con Bañuls. No lo podían hacer. Las diferencias internas son tan profundas que hubiera sido imposible encontrar un nombre de consenso para sustituir al alcalde. De hecho, la dirección regional se ha abstenido de intervenir en toda la crisis.
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