La asociación de Barberá con el 'caso Gürtel' aumenta la crispación
Los populares cuestionan los salarios de Carmen Alborch y Leire Pajín
"Pretender implicar a la alcaldesa de esta ciudad, Rita Barberá, en la trama corrupta del caso Gürtel es una maniobra absolutamente sucia y despreciable". Con estas palabras, el primer teniente alcalde del consistorio valenciano, Alfonso Grau, que compareció ayer junto con el alcalde en funciones, Jorge Bellver, arremetió contra la oposición y medios de comunicación dos días después de que la policía judicial se presentara en la sede de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) en Madrid para reclamar documentación sobre contratos anteriores a 2004 que podrían estar relacionados con la trama corrupta dirigida por Francisco Correa. En esa época, desde 1999 hasta 2003, la presidenta de la FEMP era Barberá, y Álvaro de la Cruz, que está siendo investigado por haber recibido un supuesto pago de 30.000 euros, ocupaba la secretaría general del organismo.
Las acusaciones y recriminaciones entre populares y socialistas, surgidas desde que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, fuera imputado por un presunto delito de cohecho, no han cesado, sino todo lo contrario. Ahora, la asociación de Barberá con el caso Gürtel ha sido lo que ha reactivado las críticas.
Frente a la defensa acérrima de Barberá por parte del PP, que negó sistemáticamente que la alcaldesa tuviera algo que ver con la trama de corrupción, los socialistas arremetieron de nuevo contra la opacidad del gobierno municipal y aseguraron que inculpar a un partido y a un Gobierno de perseguir a otro partido es, además de una "auténtica barbaridad", como afirmar que el juez "está teledirigido desde la Moncloa y desde Ferraz".
Tanto Grau como Bellver, que apuntaron que se trata de un complot de la oposición y de los medios de comunicación contra el PP, sostuvieron que todas las decisiones que se tomaron cuando Barberá presidía la FEMP fueron consensuadas por el comité ejecutivo, donde están representados todos los partidos políticos.
Entre este cruce de reproches, Grau llamó a la ética política del PSPV y cuestionó, además, el salario de la portavoz socialista municipal, Carmen Alborch. Según el teniente alcalde, Alborch ha preferido el sueldo como secretaria de Mesa del Senado en lugar de como concejal, cobrando de ese modo, más que la propia alcaldesa de Valencia.
En esta misma línea, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, que espera ser designada senadora en las Cortes Valencianas, también recibió críticas por parte del Partido Popular. Además de que Pedro Agramunt, senador del grupo territorial del PP, afirmara que los objetivos de Pajín están muy lejos de defender los intereses de la Comunidad Valenciana, la coordinadora regional del PPCV, María José Catalá, también utilizó el sueldo oficial que cobra Carmen Alborch en el Senado para desgastarla políticamente.
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