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La crisis apuntilla uno de cada cinco festejos taurinos

Los municipios negocian con los organizadores para reducir los costes

María Martín

La crisis embiste las fiestas veraniegas. Las serias dificultades económicas que atraviesan los consistorios les han llevado a reducir el presupuesto para fiestas, incluido el capítulo taurino. La Consejería de Presidencia ha recibido un 20% menos de peticiones de autorización para festejos con astados (encierros, corridas, suelta de reses, concursos taurinos y capeas). Hasta el 31 de julio, 57 municipios habían pedido permiso para 401 celebraciones taurinas. En las mismas fechas del año pasado se habían registrado 477 solicitudes, según la consejería.

Agosto y septiembre son los meses taurinos por excelencia en Madrid. El año pasado durante esos meses la consejería calcula que hubo más de un millar de festejos, lo que supuso un 65% de las celebraciones taurinas de toda la temporada 2008. Sin aventurarse a dar cifras, ya que la preceptiva autorización puede pedirse hasta cinco días antes, en la Comunidad auguran un considerable descenso este verano. Más que por la supresión de los festejos taurinos (paso que sólo han dado Pinto y Rivas-Vaciamadrid), los ayuntamientos se decantan por reducir su número. En un municipio tan taurino como San Sebastián de los Reyes, por ejemplo, habrá seis encierros y otras tantas corridas durante las fiestas de final de mes, en lugar de siete. El Ayuntamiento, que ha reducido el presupuesto de las fiestas patronales en un 40%, ha logrado patrocinios comerciales para financiarlas.

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Los ayuntamientos, capote en mano, han estirado al máximo las negociaciones con las empresas organizadoras de los festejos para lograr mantenerlos, pero al mejor precio posible. Es el caso de Valdeolmos-Alalpardo (3.300 habitantes), cuyo teniente alcalde, Miguel Ángel Medranda (PP), está más que satisfecho con poder sacar adelante sus festejos taurinos por 30.000 euros, en lugar de los 58.000 que gastaron el año pasado. "El ahorro es considerable, pero hay una negociación importante detrás", apunta.

En Cenicientos, un pueblo de 2.100 habitantes donde sus fiestas giran en torno a los toros, han hecho malabares para ajustarse a los 70.000 euros de que disponían y que sus habitantes puedan acudir a la plaza. Como el año pasado, cuando el presupuesto fue de 120.000 euros, volverá a haber cuatro festejos, pero el Ayuntamiento sólo ha podido financiar tres. El cuarto, una corrida de rejones, correrá a cargo del empresario que organiza la feria, como "una de las condiciones para su adjudicación", explica el teniente de alcalde, Carlos Enrique Jiménez (PP).Calcular el precio de una corrida, un encierro o una novillada no es fácil, ya que, como dice Eduardo Martín Peñato, presidente de la asociación de ganaderías de lidia, "los costes varían dependiendo de la plaza, de la categoría de la feria y de los toreros. Una corrida puede ir desde los 12.000 hasta los 180.000 euros, como en el caso de San Isidro". En todo caso siempre se lleva la mayor parte del presupuesto de las fiestas.

"Los ayuntamientos con menos recursos optan por reducir gastos organizando, por ejemplo, una novillada sin picadores, cuyo precio de montaje es mucho menor", dice Martín. O como han hecho en Valdeolmos-Alalpardo (2.500 habitantes) donde en la séptima edición de su concurso taurino han prescindido del rejoneador, cuyo sueldo (gastos aparte), asciende a 4.000 euros por tarde.

Estos recortes son, sin duda, una buena noticia para las asociaciones antitaurinas. "Si es para acabar con los festejos taurinos, ¡bienvenida sea la crisis!", clama la vicepresidenta del partido antitaurino PACMA, Silvia Barquero. "En estos tiempos, cuando hay infinidad de necesidades sociales que cubrir, resulta aún más inmoral destinar partidas presupuestarias a celebraciones de dudosa ética".

Desde Ecologistas en Acción defienden que "si hay corridas de toros, que las paguen los aficionados. Rechazamos de plano que se financien con dinero público este tipo de fiestas que mucha gente rechaza. Más si tenemos en cuenta las carencias que tenemos en otros ámbitos".

"Lo que demuestra el recorte en los festejos es que la tauromaquia sobrevive sólo por las ayudas públicas de los ayuntamientos", concluye el director de Equanimal, Eladio Ferreira.

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Sobre la firma

María Martín
Periodista especializada en la cobertura del fenómeno migratorio en España. Empezó su carrera en EL PAÍS como reportera de información local, pasó por El Mundo y se marchó a Brasil. Allí trabajó en la Folha de S. Paulo, fue parte del equipo fundador de la edición en portugués de EL PAÍS y fue corresponsal desde Río de Janeiro.

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