Un paseo de dos horas y 21 siglos
El centro de Córdoba ofrece a los turistas visitas dramatizadas y nocturnas
Córdoba es una ciudad que suele estar repleta de turistas, sobre todo en su casco antiguo. Las tiendas de souvenirs, en los alrededores de la Mezquita, cubren las fachadas con sus objetos en venta y las terrazas de los bares copan algunas de las más bellas y estrechas calles del mismo entorno. Por ello es por la noche, cuando las nubes de visitantes se han replegado y el calor del verano da una tregua, cuando se puede descubrir una versión más cercana y real de lo que es, o al menos fue, Córdoba.
Y una buena oportunidad de hacerlo es a través de las rutas guiadas que ofrece el Consorcio de Turismo de Córdoba, que organiza, todos los días entre abril y noviembre, visitas por algunos de los puntos más emblemáticos de esta ciudad que aspira a convertirse en Capital Europea de Cultura en 2016. Se trata, además, de paseos con sorpresa, pues cuentan con la participación de los propios personajes históricos que vivieron en Córdoba, como Séneca o Maimónides.
La ruta alterna la Córdoba romana con la musulmana y la cristiana
"La Mezquita fue la primera universidad donde se estudiaba álgebra y filosofía"
La Corredera es la única plaza mayor cuadrada entre las ciudades andaluzas
El recorrido comienza en la Plaza de las Tendillas. Nuestro guía es Luis Recio, uno de los cicerone de más trayectoria en la ciudad. "Estamos en la plaza más céntrica de Córdoba. Bajo nuestros pies se encontraba el foro romano y la estatua que ven en el centro es la de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, el mejor militar de la época de los Reyes Católicos", cuenta a un grupo de turistas.
Durante dos horas, Recio lleva a los turistas por una ruta que alterna la Córdoba romana con la musulmana y la cristiana, y que viaja entre siglos con sólo dar unos pocos pasos. A escasos metros de las Tendillas, se hace la primera parada: la plaza de la Compañía, presidida por la iglesia del Salvador y Santo Domingo de Silos. Destaca también la torre segregada del templo y el Triunfo de San Rafael, en el centro, así como la entrada monumental del colegio de Santa Victoria.
Sigue el paseo por una estrecha calle de nombre Munda y que hace referencia a la batalla que ganó Julio César a los hijos de Pompeyo en la provincia de Córdoba, al final de la guerra civil. Tras enfilar por la calle Ambrosio de Morales -cronista de la estancia de Felipe II y su Corte en Córdoba-, la siguiente parada es la escalonada Cuesta de Luján, abierta en 1531 y "que unía la antigua medina árabe con la Axerquía, el barrio moro, cuyos habitantes no procedían de Arabia, sino del norte de África", explica Luis Recio. Y al bajar por ella los turistas se topan con las majestuosas columnas -reconstruidas sobre el yacimiento original- del templo romano del siglo I, dedicado al culto imperial.
A menos de 100 metros y 16 siglos de distancia, se abre una de las plazas más importantes de Córdoba, la Corredera, única plaza mayor cuadrada de Andalucía y la más emblemática de España, junto a la Plaza Mayor de Madrid y la Plaza Mayor de Salamanca. Lugar donde se corrían toros (de ahí su nombre), se realizaban autos de fe y ejecuciones públicas, además de ser centro de mercados y comercios. Junto a ella, su hermana pequeña, la plaza de las Cañas, que sirve de camino a los turistas para llegar a otra de las más señeras: la plaza del Potro, citada en El Quijote y conocida por Miguel de Cervantes.
Tras visitar los restos de muralla romana en la calle San Fernando, cruzar su lienzo por la entrada del Portillo, callejear por Julio Romero de Torres y pararse a oír el silencio en la plaza Jerónimo Páez, llega el primer encuentro con un nombre histórico: Lucio Anneo Séneca. La cita es en el convento de Santa Clara, donde algunos estudiosos sitúan el lugar donde se encontraba la escuela de Séneca, explica Luis Recio. El actor Álvaro Barrios, vestido con la túnica apropiada, se aparece a los visitantes y declama un texto escrito por el dramaturgo Antonio Barrios -su padre- en la que relata cómo era la Córdoba del siglo I y las vivencias del filósofo, que se suicidó bajo la corona de Nerón.
Tras parar en la Mezquita, donde Luis Recio destaca el uso del templo no sólo para fines religiosos, sino también jurídicos y sobre todo educativos, "fue realmente la primera universidad donde se estudiaba álgebra, matemáticas, medicina, filosofía...", Barrios, vuelve a aparecerse, en la placeta de Tiberiades, caracterizado como Maimónides, junto al bello monumento que se levantó en honor del científico y filósofo judío cordobés.
A LAS 21:30 HASTA EL 15 DE SEPTIEMBRE. HASTA EL 1 DE NOVIEMBRE A LAS 20.30. PRECIO: 15 EUROS Y NIÑOS GRATIS. TLF: 902 201 774
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