El PP prende la crispación
Los populares amenazan ahora con llevar sus denuncias a Europa - El partido de Rajoy sopesa no presentar a Camps si se reabre el caso
La creciente tensión política a cuenta de las gravísimas acusaciones que el PP ha descargado en la última semana contra el Gobierno, al que ha llegado a implicar sin pruebas en escuchas ilegales, ha dinamitado las relaciones entre los dos grandes partidos. El presidente José Luis Rodríguez Zapatero optó por la templanza en su respuesta, pero ha ordenado a su partido una ofensiva contundente contra las "intolerables" acusaciones. La secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, encendió la mecha de la crispación el pasado miércoles. El diputado Esteban González Pons amenazó ayer con llevar el caso al Parlamento Europeo. El diálogo entre PP y PSOE, obligados a consensuar diversos nombramientos, ha quedado interrumpido.
Mientras, el desenlace del caso Camps preocupa al PP, que sopesa no volver a presentar al presidente valenciano en las elecciones autonómicas de 2011 si el Supremo acepta el recurso de la fiscalía y se celebra juicio por cohecho.
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