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El PP acusa al Gobierno de espiar ilegalmente a sus dirigentes

Cospedal denuncia pinchazos telefónicos sin aportar ninguna prueba - De la Vega y Blanco le exigen que acuda a un tribunal o se retracte

El PP, inmerso en una crisis sin precedentes por las sospechas de corrupción que pesan en el caso Gürtel sobre algunos de sus dirigentes, elevó ayer al máximo la tensión política con gravísimas acusaciones contra el Gobierno. La secretaria general, Dolores de Cospedal, acusó al Ejecutivo de utilizar las instituciones (fiscalía, Policía Judicial, Ministerio del Interior y Centro Nacional de Inteligencia) para espiar a dirigentes de su partido mediante "escuchas ilegales".

Pese a no aportar ni una prueba, Cospedal calificó España de "Estado policial". El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, y la vicepresidenta María Teresa de la Vega exigieron a Cospedal que acuda a los tribunales o se retracte y abandone la política.

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