La coyuntura impone el juego a corto plazo

La Bolsa española recuperó ayer parte del terreno perdido gracias a un dato positivo sobre el empleo en Estados Unidos. Las peticiones semanales de subsidio de desempleo descendieron respecto de la semana anterior en 38.000 solicitudes, aunque las llamadas solicitudes continuas, de más de una semana, crecieron en 69.000. Los inversores europeos consideraron que la primera parte de la noticia era lo suficientemente positiva y los cierres de los mercados apuntaron al alza. En Estados Unidos ocurrió lo contrario y la Bolsa se anotó pérdidas.

El Ibex 35 recuperó el 0,67% y se acerca de nuevo a la cota de los 10.800 puntos, tras terminar esta jornada en 10.776,00 puntos.

Los inversores se están adaptando a la idea de actuar a muy corto plazo y tomando como referencia las noticias del día, lo cual hará aumentar la volatilidad de forma importante hasta hacerla coincidir con lo que se espera de la economía.

La decisión del BCE de mantener el precio del dinero no sorprendió a nadie, a pesar de que se destaca que la debilidad de la economía se está acercando a su fin. Algunos analistas consideran que dejar bajo el precio del dinero es tan fundamental como mantener la liquidez, aunque en principio sólo esté beneficiando al sector financiero y a las grandes empresas.

La sesión fue de las que se consideran típicas del verano, con no demasiada actividad y concentrada en los grandes valores que son los que, en momentos de incertidumbre, permiten tomar y deshacer posiciones a toda prisa debido a su elevada liquidez.

Los grandes inversores también centran su actividad en esos grandes valores y, así, ayer se negociaron 345,99 millones de acciones de Banco Santander en el mercado de bloques por un total de 3.461,4 millones de euros. Las operaciones del mercado abierto, en el que se negocian todos los valores de la Bolsa española, sumaron 2.045,93 millones de euros y también en este apartado destacó Banco Santander, con más de una cuarta parte del total.

La sesión, con muy pocas noticias económicas, dejaba poco margen para los planteamientos a medio o largo plazo, sobre todo cuando parece decidido que hay que esperar a conocer el dato del día para evaluar la conveniencia de estar dentro o fuera del mercado.