Benidorm frena la caída de la ocupación hotelera
Bajó tres puntos en julio en relación con el año pasado
La Costa Blanca frenó el mes de julio la galopante caída de la ocupación hotelera, que en el acumulado de los primeros siete meses del año se ha situado en ocho puntos. En el primer mes de la temporada alta la tendencia a la baja fue menor y, en el caso de Benidorm, sólo de tres puntos. La misma a tendencia se ha registrado en Alicante y las poblaciones de su área metropolitana.
La ocupación hotelera en Benidorm cayó dos puntos en la segunda quincena de julio, que ha registrado una ocupación del 85,53%. El total del mes registra un retroceso de tres puntos. En Alicante ciudad y la playa de Sant Joan han conseguido frenar en julio la caída de ocupación hotelera que venía registrando la provincia de Alicante -y la Costa Blanca en particular- desde abril de 2008. Es más, Alicante ha registrado en el mes de julio de 2009 un índice de ocupación superior en dos puntos al de un año antes, hasta llegar al 75,33% de las reservas de su planta hotelera. Sant Joan todavía ha crecido más, ya que ha pasado del 71,8% de ocupación en 2008 al 77,11% en julio de este año.
Las previsiones para agosto de la patronal hotelera de Benidorm (Hosbec) y la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante (APHA) se han hecho desde una óptica conservadora. De hecho, en Benidorm se ha calculado una ocupación del 83,39%, también tres puntos por debajo del año anterior e inferior a la ocupación ya consolidada de julio. Alicante prevé un 74,22%, Sant Joan un 82,98% y Xàbia un 100% de ocupación en agosto. No obstante, el Patronato de Turismo de la Costa Blanca, la APHA y Hosbec siguen desarrollando "campañas de choque en busca del cliente indeciso", en palabras de Vicente Marhuenda, gerente de APHA, dirigidas sobre todo al turista español de Madrid, Castilla-La Mancha, Aragón y Galicia. En Benidorm, el 54% del turista de julio ya ha sido de procedencia española, cosa que sólo había sucedido en abril, coincidiendo con la Semana Santa.
Hosbec confía en que las reservas de última hora asociadas a una acusada bajada de los precios para intentar mantener la demanda y acercar la ocupación de agosto a niveles próximos al 90%.
