Los jueces impiden investigar regalos por miles de euros a altos cargos

Numerosos altos cargos del Consell respiran desde ayer un poco más tranquilos. De salir adelante la tesis defendida en el auto del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano en el que se archiva la causa por un supuesto delito de cohecho impropio contra el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y otros tres altos cargos, la justicia tendrá muy difícil en el futuro investigar los numerosos regalos con los que la trama corrupta que dirigía Francisco Correa agasajaba al Gobierno valenciano.

La trama de empresas de Correa, con una filial instalada en la Comunidad Valenciana, Orange Market, bajo la dirección de Álvaro Pérez, El Bigotes, ha obtenido del Consell en los últimos años contratos públicos y adjudicaciones a dedo por más de siete millones de euros. Al tiempo, y sin que el TSJ vea en ello indicios de delito, la trama ha lubricado con cuantiosos y onerosos obsequios su relación con un gran número de políticos. Según el auto de José Flors, el magistrado del TSJ que finalmente imputó a los cuatro políticos valencianos, queda acreditado que el presidente Camps recibió regalos en especie por un total de 12.783 euros; que el secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, obtuvo obsequios por 7.325 euros; que Víctor Campos, ex presidente del Consell, recibió otros 4.850 euros; y que Rafael Betoret, en su día jefe de gabinete de la Consejería de Turismo y ahora jefe de protocolo de la Diputación de Valencia, se ahorró en el mismo tipo de dispendios 9.950 euros.

El auto de ayer por el que el TSJ admite las peticiones de archivo de los imputados no desmonta la existencia de esos regalos. Simplemente no ve indicios de delito en los hechos. Un auto que ayer sirvió a Costa para asegurar "que las acusaciones que se vertían contra las personas que estaban siendo acusadas eran falsas e infundadas". Mientras que para el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, el escrito deja claro que "Camps ha recibido unos regalos no precisamente de unos empresarios respetables", sino que una trama corrupta le ha pagado "parte de sus gastos personales".

Ante estas dos tesis, parece claro que la decisión judicial impide de momento investigar en el futuro los numerosos regalos que en los últimos meses han quedado acreditados. Ya el auto del juez Baltasar Garzón, el que se inhibía de los hechos en favor del TSJ registraba regalos a otro alto cargo. El presidente de RTVV, Pedro García, tan amigo íntimo de El Bigotes que hasta ejerció de padrino de su hijo. En documentos incautados después en la investigación se relacionan al menos regalos por 3.550 euros. Eso sí, Canal 9 y Ràdio 9 ha ninguneado el caso en sus informativos durante medio año. Hasta ayer, que abrió todas las ediciones.Desde que se abrió el caso a principios de año ha ido apareciendo numerosa documentación que revela la generosidad de Orange Market con personas con poder, desde consejeros y diputados hasta hijos y esposas de los mismos. En la documentación del auto por el que el juez instructor del caso Gürtel en el TSJ madrileño, Antonio Pedreira, se inhibía parcialmente en favor de su homólogo valenciano, figuraba una lista bajo el epígrafe Acto: regalos Navidad. Lugar: Valencia, en el que se detallaban al menos una veintena de estos casos, según publicó el pasado sábado el diario El Mundo.

En dicha lista, entre los obsequios a la esposa de Camps (un bolso de Loewe por 780 euros), al hijo del presidente (robot Aibo por 1.800) y a la esposa de Campos (bolso de Louis Vuitton por 780), aparece una nutrida relación de integrantes del Consell y representantes del PP. Entre los más destacados figura Milagrosa Martínez, presidenta de las Cortes Valencianas, que cuando fue consejera de Turismo introdujo a Orange Market en los contratos del Consell. Lo hizo a través de la Agencia Valenciana de Turismo (AVT), que ha otorgado desde 2004 hasta este mismo año a la firma los concursos de los pabellones en Fitur, cuestionados por la Sindicatura de Cuentas. En total, 5,5 millones de euros de los más de 7 que han llegado a las arcas de la trama corrupta. En la lista de regalos, Martínez se beneficia de un reloj por valor de 2.400 euros.

En la relación también figuran el consejero de Bienestar Social, Juan Cotino, con un chaquetón de Milano de 300 euros, y el consejero de Educación (antes de Cultura), Alejandro Font de Mora, con una corbata de 452 euros. Del departamento del presidente Camps, se menciona a su jefa de gabinete, Ana Michavila, con un portafolios de 220 euros, y a la secretaria autonómica de Comunicación, Nuria Romeral, con otro de 230 euros. A Adela Pedrosa, ex secretaria general del PP y actual alcaldesa de Elda, le correspondió un pañuelo de CH de 140 euros. También hay diputados autonómicos, como Yolanda García (ex jefa de gabinete de Font de Mora en Cultura), con un bolso de 290 de CH; David Serra (en su día secretario de Deportes); César Sánchez (ex asesor de Camps); y José Marí (ex jefe de servicios jurídicos de la Generalitat), que al parecer recibieron unos gemelos de Loewe de 100 euros. El mismo obsequio que el director general del Instituto de Finanzas, Enrique Pérez Boada, y el concejal de Valencia Jorge Bellver.