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Brasil, Londres y el negocio mayorista empujan el beneficio del Santander

- El banco gana 4.519 millones hasta junio, un 4,5% menos, por las provisiones - Las cinco grandes entidades obtienen 9.300 millones, con una caída del 13%

Íñigo de Barrón

El grupo Santander presentó los resultados de junio desde la atalaya. "Somos el primer banco occidental por beneficios y el tercero del mundo, después de dos chinos. También somos la primera empresa española por resultados y este año, pese a la crisis, ganaremos lo mismo que en 2008, por lo menos", afirmó Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado.

Así de seguros se sienten en el Santander. Según Sáenz esta situación es producto de la correcta diversificación geográfica del grupo, que tiene tres áreas de negocio que han ganado más de 1.000 millones hasta junio: España, Brasil y Reino Unido. Con todo, Sáenz recalcó que España ya sólo representa el 27% del beneficio para el grupo. Estas palabras llegan en un momento en el que los inversores internacionales consideran el riesgo España como uno de los peores de Europa.

Los créditos del banco en España no crecen y seguirán así todo el año

Además de estos países, la división de banca mayorista global es otra de las estrellas, con un beneficio de 1.513 millones, un 95,7% más. Esta área, dedicada a los grandes préstamos a empresas, ha aprovechado la retirada de las más importantes entidades del mundo por la crisis financiera. El Santander ha hecho valer su fortaleza de capital y liquidez para ganar cuota en este mercado internacional.

Hasta junio, la entidad presidida por Emilio Botín redujo un 4,5% su beneficio neto, hasta los 4.519 millones, por el aumento de las provisiones. El consejero delegado admitió que la situación económica seguirá complicada por lo menos hasta bien entrado 2010, lo que se refleja en las fuertes dotaciones para morosidad. Hasta junio ha destinado unos 4.500 millones, que subirán a 10.000 millones al cierre de 2009. Esta cifras no preocupan en el Santander por la capacidad de generación interna y los 6.100 millones guardados en provisiones genéricas, que pueden durar hasta la mitad de 2011.

¿Y la morosidad? Subió hasta el 2,82% al cierre de junio, frente al 1,34% de un año antes, con una previsión de cerrar el ejercicio en el 3,5%, el objetivo más bajo de los confesados por los bancos.

Las cuentas del Santander se benefician de la incorporación de las nuevas adquisiciones, como Alliance & Leiscester, los depósitos de Bradford & Bingley y cinco meses del estadounidense Sovereing. Los puntos fuertes de la cuenta son tres: los grandes beneficios del margen de intereses, gracias a la subida del precio de los créditos y las operaciones con los tipos de interés; que los ingresos han subido un 14%, casi el doble que los gastos (8%) y la mencionada diversificación geográfica y de negocios.

En España los créditos no han crecido nada y seguirán así el resto del año. Sáenz se defendió diciendo que en otros países de Europa han caído tanto como el PIB. "Nuestro interés es conceder préstamos, pero no hay demanda", dijo. Respecto a posibles compras en España o en Estados Unidos, este ejecutivo fue tajante al rechazarlas. Dentro de América Latina, destaca México por su pobre comportamiento. Hasta junio ha ganado 230 millones, un 37% menos. Esta caída es mayor que la sufrida por el BBVA en este país, el 23,7%. No obstante, México supone el 34% del beneficio para el BBVA frente al 6% para el Santander.

En cuanto al pago del dividendo, Sáenz dijo que el banco repartirá la mitad de lo que gane "por lo que será una cantidad, como mínimo, similar a la de 2008". El problema es que el Santander tiene ahora 806.000 accionistas más que en 2008. Para repartir 0,65 euros por título, el Santander depende del número de los accionistas que, en noviembre, pidan recibir el dividendo en títulos. Si lo hacen un 26%, podrá repartir la misma cantidad en metálico por título.

Con los resultados del Santander, se conocen los datos de las cinco grandes entidades, que han ganado un 13% menos por mayores provisiones. Esta partida refleja el temor de los gestores a una mayor morosidad, por el impacto de la crisis en el mercado inmobiliario. El margen de intereses, gracias a la subida del precio de los créditos y el dinero al 1% que presta el BCE, ha ayudado a las cuentas. La obsesión por elevar el capital, ha sido otro de los elementos comunes.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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