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Jueces saturados, ciudadanos indefensos

María Martín

El atasco de la justicia madrileña satura a los jueces pero también complica la vida a los ciudadanos, a los que no les suele quedar otro remedio que la paciencia, aun a costa de la indefensión. "Llevo siete meses pagando una pensión por alimentos que no debía y ahora no veo la forma de recuperar el dinero". Gustavo H. esperaba desde octubre de 2008 que un juzgado de primera instancia ejecutase una resolución en la que la Audiencia Provincial le eximía de este pago. A principios de este mes se resolvió, pero ya le habían embargado 10.000 euros por este concepto que ahora da por perdidos. "Dado el retraso de los procesos no sé si me compensa exigirlos", dice.

"Quería ganar tiempo y la justicia le está ayudando". Un abogado experto en derecho concursal, que pide el anonimato, explica que el retraso de la justicia está favoreciendo a su cliente, que pidió un crédito de 50.000 euros que no puede pagar. "En junio de 2008 interpusieron una demanda contra él, pero aún no se ha celebrado ni la audiencia previa", explica el letrado. "En algún momento tendrá que pagar, pero mientras tanto...".

Falta de personal

"Los juzgados han experimentado una baja masiva de personal. Convocan un concurso para unas plazas con mejores condiciones y la gente se marcha", explica el juez de lo social José Folguera Crespo. "Para reemplazarles nos mandan suplentes sin experiencia administrativa y hay que pasarse cuatro meses explicándoles lo más esencial", se lamenta.

La juez Ana Revuelta apunta que en su juzgado, el número 18 de lo penal, han experimentado una duplicación del trabajo en los últimos cinco años. "Trabajamos con unos sistemas e instituciones del siglo XIX que no dan respuesta a los problemas de nuestro siglo", explica. "Faltan recursos personales, los inmuebles están deteriorados, las dependencias son pequeñas, no hay ni armarios donde poder archivar la documentación... Son problemas habituales en los últimos 20 años y sigue sin hacerse nada", se queja.

Revuelta observa un gran problema de gestión de la Administración. "Es totalmente frustrante. Todos ponemos de nuestra parte para salir adelante, pero ojalá los políticos conocieran de verdad la realidad y fuesen sensibles a la imperiosa necesidad de reorganizarse. Pasan gobiernos de todo signo político pero todo sigue igual", manifiesta esta jueza con 22 años de experiencia. "No es que seamos reivindicativos, sino que las dotaciones del Inem o Hacienda triplican las nuestras", se queja Folguera.

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Sobre la firma

María Martín
Periodista especializada en la cobertura del fenómeno migratorio en España. Empezó su carrera en EL PAÍS como reportera de información local, pasó por El Mundo y se marchó a Brasil. Allí trabajó en la Folha de S. Paulo, fue parte del equipo fundador de la edición en portugués de EL PAÍS y fue corresponsal desde Río de Janeiro.

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