"Competimos, pero también compartimos"

La fusión de las cajas de Manlleu, Sabadell y Terrassa cuenta con el respaldo de los alcaldes de las tres localidades, que reclaman "amplitud de miras" para superar los localismos y para pensar en los beneficios de una entidad financiera más fuerte, la tercera de Cataluña. ¿Ayudará también esta suma a dejar atrás las viejas rivalidades entre dos vecinas como Terrassa y Sabadell?

"Rivalizar, vamos a seguir rivalizando. Somos dos ciudades que compiten, que tienen el mismo nivel de protagonismo institucional y político, pero a la vez que competimos, compartimos", reflexiona Manel Bustos, alcalde de Sabadell (PSC), para quien el sector financiero será uno de esos espacios, "como puede serlo la defensa del Cuarto Cinturón".

Los municipios viven este proceso como algo irremediable. "No podemos dejar de avanzar. Es que es imprescindible que se haga. Compartimos la necesidad de este proyecto, que respetamos y que seguiremos de cerca", añade, por su parte, el alcalde de Terrassa, Pere Navarro (PSC).

Aun así, los tres ediles no esconden su alivio y cierto júbilo por los equilibrios que han realizado las cúpulas directivas de las cajas implicadas para no desdibujar en demasía el arraigo territorial de las entidades. Sobre todo, es el caso de Manlleu, una localidad de 20.000 habitantes y que no es capital de comarca y que, sin embargo, cuenta con una entidad financiera propia. Es casi una excepción. "No sólo supone un trampolín de promoción de la ciudad por su propio nombre, sino que también tiene una dimensión económica importante para el territorio, por su proximidad al tejido local", señala Pere Prat, alcalde de Manlleu (ERC).

Los tres responsables políticos coincidían en que había tres factores que les inquietaban, y creen que los tres han sido solventados. El primero es el de las marcas de las cajas, que llevan aparejadas el nombre de las respectivas localidades y que se mantendrá en esos feudos, posiblemente junto al nombre común que elijan las cajas y que servirá, además, para bautizar a la nueva entidad en su red fuera de sus localidades de mayor implantación. "El mantenimiento de la marca es clave para nosotros y quiero agradecer a los responsables de la caja por haber tomado la iniciativa de esta fusión. Sin ese liderazgo, quizá en un tiempo quién sabe si la entidad habría podido desaparecer y ser intervenida por el Banco de España", sugiere el alcalde de Manlleu.

La segunda inquietud pasa por la obra social. "Caixa Terrassa tiene unas fuertes raíces en la localidad. Nosotros queríamos garantizar la implicación de la nueva entidad en ella y nos ha sido garantizada", enfatiza Navarro. La nueva caja creará consejos que decidirán el destino de los recursos en sus zonas de influencia.

El tercer aspecto es el empleo. Las duplicidades, sobre todo en los servicios centrales, generarán un excedente de 350 personas. Se intentarán prejubilaciones.