El ciclo Via Stellae viaja a Al-Ándalus a través de sus tres culturas

El concierto O Xardín Escuro, del Festival Via Stellae, ha sido un recorrido por las tres culturas de Al-Ándalus entre los siglos VIII a XVI. Aunque con presencia algo escasa de la apasionante música sefardí, el del pasado sábado fue un bello programa y obtuvo gran acogida por el público que se acercó al Paraninfo de la Universidade de Santiago. Lachrimae Consort Paris, conjunto dirigido por Philippe Foulon, creó el ambiente con la pausada marcha Farah.

Rachid Ben Abdeslam, contratenor protagonista del concierto, inició su intervención de Tres Morillas, música propicia para el despliegue de su voz, siempre limpia, redonda y emitida con naturalidad, frente a la sensación de artificio de tantos otros contratenores. En la Oda de Ibn Arab, su canto y la mágica levedad del grupo, sobre todo la flauta de Marcelo Milchberg, trajo a Santiago el soplo de una brisa nocturna perfumada por el azahar del jardín que daba nombre al concierto. El hechizo continuó en cada una de sus intervenciones posteriores hasta culminar en las soberbias Una matica de ruda y Qum tara finales.

Lachrimae Consort Paris está bien equilibrado en su alta calidad. Foulon, su director, es la imagen del antidivo. Dirige sin apenas un gesto y deja que el cantante marque las entradas de las canciones. Pero cuando hace cantar su viola all?inglesse muestra toda su calidad como músico. Del conjunto que tocó en el Paraninfo compostelano destacan Yassir Rami, laúd, Benjamin Bédouin, corneta y Yassin Ayari, ney.