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Reportaje:música

Benicàssim se sacude el polvo

El empuje de Franz Ferdinand hace olvidar los estragos que causó el viento

A Franz Ferdinand le caen piropos, pero también alguna pulla. "Un chico me dijo hace poco que Noel Gallagher creía que ya no había bandas buenas en el mundo. Y que pasaba de nosotros. Lo mandé a tomar por culo". Se lo contaba ayer a EL PAÍS Nick McCarthy, de Franz Ferdinand, antes de subir al escenario. Ese chico se equivocaba porque los escoceses no sólo son unas de las grandes bandas actuales sino que también fueron los triunfadores de lo que va de FIB Heineken, con una actuación de las que dejan agujetas. Fue el concierto que devolvió la sonrisa a los 50.000 fibers en la tercera jornada del festival tras el huracán del día anterior que obligó a suspender casi todos los conciertos.

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Andar el viernes por la noche por el FIB era como estar en una película de zombis de serie B. El viento había convertido el festival en una odisea de nubes de polvo y caos. Con un cámping que más parecía víctima de un ataque aéreo que a un sitio molón para dormir, algunos asistentes encontraron refugio en el Velódromo, habilitado en plan catástrofe.

Tras el huracán llegó el sol. Una sugestiva mañana devolvió el coraje al público. Muchos habían perdido hasta las chanclas pero Franz Ferdinand y Russian Red hicieron que lo malo se olvidase. La tempestad había dejado bajas: Lily Allen suspendió ayer su concierto por "enfermedad" y el concierto de Kings of Leon se esfumó con el viento. La buena noticia: Los Planetas actuarán hoy a las 23.35 horas.

Con los escenarios y las atracciones a pleno pulmón, el público quería recuperar los saltos que el mal tiempo le había robado. Así recibieron a las 18.30 a L. A., un todavía pequeño quinteto de rock que con vocación quitarresacas recupera con soltura el grunge de los noventa. Lo mismo ocurrió con los catalanes The Unfinished Sympathy y su potente y solvente directo. A las 22.30 horas coincidieron las actuaciones de los británicos Maxïmo Park y la española Russian Red. En la de los primeros era como si un diablo eléctrico se te metiese en el cuerpo; en el de la segunda como si te estuviera acariciando el pelo. Valeria y David, dos fibers de Castellón, alucinaban con la cantante: "Me está encantando", decían, "pero con la puesta de sol al fondo, mucho más. Hasta las antenas son bonitas". Russian Red, con una superbanda, crece por segundos cada vez que sube al escenario.

Mientras tanto, el FIB se quita el polvo en su recta final, que hoy recibirá a The Killers, TV on de Radio y Pete Doherty entre otros.

Estado en el que quedó el cámping de Benicàssim tras el vendaval de ayer.
Estado en el que quedó el cámping de Benicàssim tras el vendaval de ayer.ÁNGEL SÁNCHEZ

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