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Reportaje:

Pescanova echa redes tierra adentro

El cultivo de especies supondrá este año el 35% de las ventas del grupo gallego

Pescanova traza su futuro lejos del mar, su medio natural. La primera multinacional pesquera española tiene la vista clavada en la acuicultura, y así lo demuestran sus inversiones, tanto las más recientes como las que proyecta desde Vigo, donde está su sede. El grupo presidido por Manuel Fernández de Sousa-Faro tiene previsto dar este año un salto cualitativo y lograr que sus ventas procedentes de los cultivos en plantas alcancen el 35% del total de su cifra de negocio. Veinticuatro de cada cien de las más de 278.000 toneladas comercializadas por la compañía en 2008 procedían de instalaciones ubicadas en tierra, con el rodaballo, el langostino y el salmón como especies estrella.

Su facturación creció un 8% y su beneficio neto un 7% en el primer trimestre
La firma ha abierto en Portugal la mayor planta de rodaballo del mundo

"La acuicultura, dentro del grupo y en todo el mundo, está llamada a más, y aunque nuestro crecimiento este año será importante, su progresión a partir de 2010 oscilará en función del consumo mundial", explican fuentes de la empresa. Pescanova prácticamente habrá duplicado al cierre del ejercicio el peso de sus ventas procedentes de la acuicultura con respecto a las obtenidas en 2006. La compañía juega con una ventaja. Y es que la generalización del consumo de proteína procedente del pescado se ha hecho mucho más accesible en países donde hasta ahora era impensable. Y también más barata.

Desde 1950, año en el que la FAO, la organización de Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación, inicia los registros de producción, el crecimiento de la acuicultura ha sido vertiginoso, y en la actualidad representa casi el 50% de los productos de la pesca destinados al consumo humano. En cifras, aportadas por la propia compañía, esto supone que, durante el año pasado, de los 110,7 millones de toneladas que en el mundo se destinaron al consumo, 57,4 millones procedieron de la pesca, y 53,3, de la acuicultura. De ahí que a Pescanova todavía le quede camino por recorrer. Y también a sus inversiones.

La última, que no ha estado exenta de polémica por el veto del anterior Gobierno bipartito de la Xunta a la instalación de una macroplanta en terrenos protegidos de la costa gallega, le llevó a unos cuantos kilómetros al sur de Oporto, en las playas portuguesas de Mira.

Hace unas semanas, en presencia del primer ministro luso, José Sócrates, el grupo inauguraba la mayor factoría del mundo de cría de rodaballo, una inversión de 140 millones de euros sobre unas instalaciones que ocupan una extensión de casi sesenta campos de fútbol. El objetivo: alcanzar una producción de 3.500 toneladas al año en una primera fase, para pasar a 7.000 una vez finalizada la segunda, consolidándose como líder mundial en esta especie.

Con unas previsiones de empleo que sumarán los 200 puestos directos y los 600 indirectos (el grupo cuenta con 8.400 trabajadores en todo el mundo), la instalación alberga en esta primera fase un total de 1,5 millones de alevines, que se traducirán en 2.000 toneladas de pescado, si bien no será hasta 2010 cuando se encuentre a pleno rendimiento. Para dar idea de las dimensiones del proyecto, fue el propio Sócrates quien aseguró que "con esta inversión se duplica la producción de acuicultura en nuestro país, lo que nos dará una escala que no teníamos antes, ya que es necesaria una dimensión crítica, sin la cual no hay desarrollo de las industrias".

A buen seguro pensando en el fallido proyecto de la costa gallega de Touriñán, que la nueva Xunta de Núñez Feijóo invita a la compañía a retomar, el presidente de Pescanova destaca el "escrupuloso respeto al medio ambiente" de la planta, así como "el innovador y pionero sistema integrado destinado a abarcar todos los procesos, desde la genética hasta el cultivo y la planta de transformación". Y ese alejamiento de su medio natural al que pone rumbo la compañía le ha llevado a levantar en Mira los mayores emisarios del mundo construidos en mar abierto, con un total de tres kilómetros de longitud y un diámetro exterior de 3,6 metros. En la costa portuguesa se han minimizado los impactos ambientales, según destacan fuentes de la empresa, a pesar de que la planta está enclavada en la zona de Red Natura.

La siguiente parada en este viaje será Mozambique. Y la especie a producir, el panga, un pescado barato, de bajo coste, que viene a ser la especie de más rápido crecimiento en cuanto a su desarrollo en el entorno de la acuicultura.

Pescanova ya vende panga en México, Perú, Estados Unidos y Europa, pero pronto lo producirá. Los técnicos de la multinacional se encuentran actualmente buscando ubicaciones, y confían tener el proyecto diseñado en octubre o noviembre. Lo que está claro es que la factoría tendrá una producción de al menos 10.000 toneladas, porque "se trata de una especie de la que se venden un millón de toneladas al año, así que la explotación será grande, porque los proyectos de este tipo deben tener dimensión para contar con capacidad de respuesta en el mercado", explica Fernández de Sousa-Faro.

Y ante este escenario, ¿cómo afecta el actual ciclo recesivo a la compañía gallega? Su fuerte internacionalización (por áreas geográficas, en España ingresa 56 de cada 100 euros que factura), con una constante estabilidad en cuanto a la cifra de negocio en el mercado europeo, pero al alza en el resto de plazas internacionales, hace que Pescanova afronte la crisis con cierta confianza.

En el primer trimestre del año, el grupo logró incrementar sus ventas un 8%, hasta alcanzar los 293 millones de euros. El beneficio después de impuestos en ese periodo fue de 7,6 millones, con un crecimiento del 7%.

La actividad, según remarca la compañía, se ha intensificado gracias a las plantas de cultivo de langostinos y salmones. El grupo gallego cuenta con factorías de procesado de pescado en 12 países. Su red comercial alcanza otros 10, con una flota integrada por 120 barcos. La merluza austral, el langostino, la gamba, el bacalao de profundidad y el congrio dorado se han convertido en referentes dentro de su espectro de producción y comercialización, cada vez más amplio. Pero es la cría y engorde del rodaballo, ahora desde Portugal, lo que hace grande a Pescanova.

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