Una explosión premeditada
Un detenido en Sevilla tras causar un incendio en un bloque de 11 pisos que se saldó con un herido ø Los bomberos hallan bombonas y garrafas de gasolina
Rafael P.P., de 67 años, abandonó su piso en el barrio de Las Naciones en Sevilla a las 4.30 de la madrugada de ayer. Dejaba a sus espaldas, en el cuarto de contadores de su bloque, varias garrafas de gasolina y una bombona de gas. Con este arsenal pretendía comenzar la deflagración del edificio. Después tenía previsto que el fuego subiera 11 pisos y colocó otras seis bombonas de butano en su casa, el 1º C. Preparó cócteles molotov, puso recipientes con gasolina en los descansillos de las escaleras y un bidón con cinco litros en el ascensor. "Podría haber sido una auténtica catástrofe", aseguran los bomberos.
Sólo hay un herido con el brazo quemado y varios afectados por intoxicación. Pero todos los vecinos, casi 80 personas, fueron desalojadas de sus viviendas. No tienen ni luz, ni agua, ni gas.
Desalojados los 80 vecinos del inmueble por los desperfectos
La explosión se produjo a las 4.39 de la madrugada de ayer. En diez minutos llegaron los bomberos. "De pronto sentimos como un terremoto", describían por la mañana los vecinos afectados. Algunos aún estaban tiznados de los destrozos del fuego. El tabique del cuarto de contadores quedó destrozado y en el suelo había cristales y escombros. El olor a quemado impregnaba la barriada.
"Una vecina que iba a coger un avión y se levantó muy temprano ha contado que vio a Rafael con una maleta y su perro como esperando. Probablemente quería ver la explosión, era un perturbado", cuenta Joaquín entre los nervios latentes y la tranquilidad de estar vivo.
El presunto responsable del incendio fue detenido a las ocho de la mañana paseando por la Alameda de Hércules con su perro, según informó la policía. Posteriormente pasó a disposición judicial. "Nos amenazaba a todos con que iba a hacer algo grave, se creía que le robábamos el dinero. Incluso nos mandó dos cartas amenazándonos", agrega Joaquín. En el texto se puede leer: "Os pido por favor que me dejéis tranquilo, si no esto puede acabar muy mal. Yo no quiero tener una depresión y perder la cabeza y no ser responsable de mis actos".
Según informó la policía, el detenido dejó en su cama 120.000 euros en billetes de 100 y de 50 euros, sin mayores protecciones. "Flipa tío, como en una película", comentaba un chaval joven, entre decenas de vecinos estupefactos y algunos afectados que entraban en sus viviendas a recoger sus enseres.
"No hay riesgo de derrumbe, pero no pueden volver a sus pisos, no hay condiciones de habitabilidad", aseguró ayer Luis López Mateos, jefe del departamento de extinción de incendios. La pronta reacción de su equipo y de la policía evitó que la tragedia llegara a más.
Desde la delegación de Convivencia y seguridad ciudadana se les ofreció ayer a los afectados alojamiento, pero la mayoría prefirió quedarse con familiares, tomando conciencia de lo sucedido. "Ya nos decía que haría algo gordo. Menos mal que no le ha salido bien, si no, no estamos aquí. Somos afortunados".
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