De estreno

Noticia bomba, un estreno en temporada del refrito. La proeza la protagonizó el lunes Cuatro con Vida secreta de una adolescente, una comedia americana sobre chicos del insti. Una más.

Se emitieron tres capítulos seguidos que ocuparon toda la noche. Sé que los programadores saben mucho, que son unos expertos rastreando en la letra pequeña de las audiencias, que se les contrata como a galácticos del fútbol, y que los de aquí somos meros observadores de la tele, pero aún así me asaltan mis dudas ¿No fue un programador a quién se le ocurrió pasar Camera Café de la noche a la sobremesa? ¿Y colocar los chapuzones de Guaypaut en prime time? Y ahora con Vida secreta de una adolescente, ¿es que los expertos de la parrilla tienen algún hijo adolescente delante de la tele a las nueve y media de una tarde-noche de verano? Según la audiencia no muchos (un 6%).

Asentadas las series de médicos -así están las universidades- que cogieron el relevo de las series de periodistas -así están las universidades 2- toca el turno de las series sobre institutos, que si no han servido para elevar el nivel educativo del país, al menos son una gran plataforma de actores. Pilar López de Ayala, Elsa Pataky, Alejo Sauras o Rubén Ochiandiano, entre otros, crecieron en la mítica Al salir de clase.

Aquel fenómeno juvenil, que duró cinco años (1997-2002) se fraguó en poner en ambiente español las series norteamericanas de referencia, como Dawson Creek. La actual apuesta de Cuatro es americana cien por cien, con su familia neocristina, high school con banda de música y equipo de rugby, adobado todo del imprescindible embarazo accidental (cuanto más moderna la comedia, antes se preña a la protagonista, aquí a los 15).

Al salir de clase y Física o química fueron éxitos de media tarde o en periodo escolar, condiciones para su triunfo aunque no garantía de él: fracasaron 18 (Antena 3) y HKM (Cuatro). La Vida secreta de una adolescente, americana, por la noche y de vacaciones, más que un estreno parece un suicidio.