Bruselas propone castigar a los bancos que incentiven el riesgo

La Comisión Europea dio ayer un paso más para atajar las causas que han provocado la profunda crisis financiera, que en la Unión Europea todavía mantiene a muchos bancos zombis precisos de nuevos saneamientos. Cada vez existen más evidencias de que las altas primas de los ejecutivos, ligadas a los rendimientos a corto plazo, han estimulado las políticas irresponsables que han conducido a la ruina de numerosas entidades financieras, que ahora están pagando los contribuyentes. Aprovechando la reforma de la directiva sobre requisitos de capital, Bruselas propuso ayer dotar a los supervisores del poder para sancionar a los bancos con políticas de remuneración de ejecutivos que conduzcan a tomar excesivos riesgos.

No se trata de eliminar los bonus, sino de vincularlos al largo plazo

La Comisión se había limitado hasta ahora a una política de recomendaciones pero sin efectos jurídicos. Las recomendaciones sólo habían sido aplicadas por Holanda. Bruselas pasa ahora de las recomendaciones a la norma jurídica. La directiva se aprobará antes de fin de año y entrará en vigor en 2011.

Se trata, básicamente, de eliminar los incentivos perversos para los ejecutivos que persiguen aumentar sus remuneraciones estimulando los resultados financieros a corto plazo. No se trata de prohibir los bonus, pero sí vincularlos a rendimientos a medio y largo plazo. Las normas se aplicarán a "todas las instituciones financieras de la Unión Europea, pero sólo a las personas cuyas actividades tengan impacto en el perfil del riesgo de la entidad".

La elaboración de estas medidas ha sido objeto de serios debates en el seno de la Comisión Europea, entre su presidente, José Manuel Durão Barroso, y el comisario de Mercado Interior y Servicios, Charlie McCreevy. Barroso, con el respaldo del comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, proponía medidas más concretas y específicas, mientras que McCreevy, adalid de la desregulación y reticente a una normativa más exigente, defendía un texto más ambiguo y con propuestas genéricas, según fuentes comunitarias. El texto final añade un considerable grado de concreciones.

"Obligaremos legalmente a los bancos y a las entidades de inversión a aplicar políticas de remuneración que tengan en cuenta una efectiva gestión de riesgos", dijo ayer Barroso. "Los supervisores", añadió, "tendrán poderes para tomar medidas que incluso puedan exigir aumentos de capital para corregir estos fallos". Barroso hizo un llamamiento a Estados miembros y al Parlamento Europeo para que apoyen las propuestas y actuar en líneas similares en otras jurisdicciones, de acuerdo a los compromisos del G-20.

Las autoridades de supervisión "deberán también contar con los poderes necesarios para castigar, a través de multas u otras medidas, a los bancos que no observen estas reglas", según el texto.

La Comisión cree que "una composición con una parte fija más elevada podría reducir la toma de riesgos excesivos, evitando las incitaciones perversas a los individuos de incrementar su remuneración total buscando resultados a corto plazo".

Sobre los contratos blindados o "paracaídas dorados", propone que "los pagos ligados a la finalización prematura del contrato deban reflejar el rendimiento durante todo el tiempo y estar concebidos de manera que no recompensen el fracaso".

McCreevy precisó que "los requisitos sobre pagas y bonus deberían estar diseñados de manera que pongan fin a la cultura de la excesiva toma de riesgos y al éxito a corto plazo a costa de unos beneficios a largo plazo y de una sólida gestión de riesgos".

La directiva propone mayores niveles de capital para los bancos que tengan actividades fuera de balance e inviertan en productos cuyo contenido es difícil de identificar, como las variedades de titulización.