Con dos récords en la maleta
España, más optimista que nunca, espera dos medallas en Roma
Las aguas de la natación española se han aclarado. Tras las turbulencias de los Juegos de Pekín, donde sólo Aschwin Wildeboer logró meterse en una final, lo que se consideró un resultado nefasto, vinieron los cambios en la federación. Y los resultados. Embutidos en los nuevos bañadores impermeables, el famoso Jaked 01 sobre todos ellos, los nadadores empezaron a batir marcas -hasta 25 en los Campeonatos de España-, incluidas dos mundiales. Lo que no había logrado ningún español desde Martín López Zubero en 1991, se produjo dos veces: Rafa Muñoz en 50 metros mariposa (22,43s) y Aschwin Wildeboer en 100 espalda (52,38s, ya anulada por los magníficos 51,94s de Peirsol).
Así las cosas, la selección es optimista de cara a los Mundiales. "Vamos a por seis finales y dos medallas", se arriesga el nuevo presidente de la Federación, Fernando Carpena, que da por descontados los siete metales de la sincronizada -"¿por qué no algún oro?"-. El waterpolo masculino también debería estar ahí y también tiene opciones Yurema Requena en aguas abiertas, que fue bronce el pasado. Para las chicas del waterpolo, dirigidas por Joan Jané, estar es un triunfo.
Pero es en la natación pura, entre corcheras, donde se mide el prestigio en los Mundiales de Roma, que empiezan el viernes. España sólo ha logrado cinco medallas en su historia y cuatro de ellas se las colgó López-Zubero, que se entrenaba en Estados Unidos. La quinta fue de la nacionalizada Nina Zhivaneskaya en 2003. Han pasado seis años de aquello. Seis años en los que ha llegado una nueva hornada de nadadores más competitivos, pero a los que les falta un último empujón, medirse con los mejores en una gran cita y salir triunfantes. Es el caso de Mireia Belmonte, que lo prometía todo antes de los Juegos. Y, sobre todo, de Rafa Muñoz y Aschwin Wildeboer, que deben confirmar en Roma sus magníficos resultados. Ambos se entrenan fuera de España, el cordobés en Marsella (Francia) y el catalán en Copenhague (Dinamarca). Ambos nadan con esos Jaked ajustadísimos que parecen hacer volar a los nadadores y que se han convertido en la prenda favorita de la mayoría de los nadadores españoles. Y de muchos otros países. "En Roma habrá barra libre de bañadores", admite Luis Villanueva, director técnico de la natación española, muy crítico con la actuación de la federación internacional en este asunto; "hay muchos bañadores competitivos, así que no va a ser un factor decisivo".
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