En la élite sin rodaje
Alguersuari, que en Hungría será el piloto más joven en debutar en la F-1 con 19 años, sólo ha hecho 300 kilómetros como probador y no ha conducido aún su nuevo Toro Rosso
El último inquilino del paddock de la fórmula 1 es español. Se llama Jaime Alguersuari, tiene 19 años y en el Gran Premio de Hungría, el próximo día 26, va a convertirse en el piloto más joven en correr en la élite del automovilismo. Su experiencia en la F-1 es realmente corta y ése es un problema difícil de resolver. La semana pasada firmó un contrato como tercer piloto de Red Bull. En Hungría, Alguersuari se subirá a un Toro Rosso (filial de Red Bull) en sustitución de Sebastian Bourdais, que disputa hoy en Alemania su última carrera ya que el equipo le rescinde el contrato por sus malos resultados. Su lugar lo ocupará el piloto español sin haber subido nunca a un Toro Rosso de fórmula 1.
"Aquí hay mucha presión: todo el mundo quiere quitarte el sitio", dice el corredor
Las únicas veces que ha conducido un F-1 fue en Portimão en noviembre con un Toro Rosso con motor Ferrari V10 de 2007 -nada que ver con el de Hungría-, y dio ocho vueltas incompletas; y otras dos ocasiones en el circuito tarraconense de Idiada, para probar la aerodinámica en línea recta con el Red Bull de Sebastian Vettel. "Llevo unos 300 kilómetros sobre un F-1 y el que menos lo ha pilotado en el paddock ha realizado 10.000", explica Alguersuari. "Estoy listo para la F-1. Correr en Hungría sería la oportunidad de mi vida. No me lo planteo como un riesgo. Lo sería si tuviera experiencia y no lo hiciera bien. Pero salgo con los ojos cerrados y todo el mundo debe ser consciente de ello".
Como Fernando Alonso, que también debutó con 19 años, Alguersuari ha superado exitosamente todas las etapas formativas. Fue campeón de España de karts, subcampeón de la Copa del Mundo, estableció récords de precocidad cuando compitió en la F Renault 2.0 en Italia y en la Eurocup con 17 años, y explotó en 2008 al convertirse en el campeón más joven de la F-3 británica en su debut. Desde 2005 pertenece al restringido Red Bull Junior Team. Y es uno de los cuatro pilotos que ha logrado estar en él cuatro años. Vettel fue otro.
"Cuando tenía 13 años su carrera pudo acabar", explica Jaume Alguersuari, padre del piloto y creador de las World Series. "Había estado financiándole durante cuatro años y los resultados le auguraban un gran futuro. Pero mandé una carta a varios responsables de equipos y federaciones del automovilismo y les dije: '¿Os ha gustado? Pues eso se ha acabado si alguno de vosotros no se mueve'. Entonces recibí una llamada de Italia y el equipo Intrepid [uno de los mejores de karting] le ofreció convertirlo en su único piloto oficial".
Su carrera siguió con una progresión espectacular. Hasta que Red Bull le abrió las puertas de la F-1. Alguersuari llega a Toro Rosso con la intención de acabar la temporada en el equipo. Como en su día Alonso, Alguersuari no tiene patrocinador, y ha sido aupado por sus excelentes resultados y sus cualidades de pilotaje. "Mi intención es compaginar la F-1 con las World Series [es octavo]", agrega Alguersuari. "Sin embargo, aquí hay mucha presión: todo el mundo quiere quitarte el sitio. Aunque yo no la noto, porque el equipo confía en mí".
Alguersuari ha intensificado su trabajo físico desde que en Montmeló, a principios de mayo, comenzó a integrarse en la disciplina de Red Bull y Toro Rosso. Desde entonces va a las reuniones con los ingenieros e intenta colocarse en la piel de los pilotos. "Quiero comprender todo lo que hacen, lo que sienten, estudiar cualquier detalle como la temperatura de los neumáticos". Todo lo que antes hacían los probadores en los tests privados, que ahora están prohibidos. En Barcelona trabaja también con Marc Gené para fortalecer su cuello. "El reto no me asusta. Me veo capaz de pilotar cualquier monoplaza. Soy un privilegiado por estar aquí".
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