"La verdad es que lie una bien gorda"
El viernes 2 de julio de 1965 la etapa del Tour salió de Ax les Termes, un pueblecito del Pirineo, subió por Puymorens y el alto de Tossa. Ganó José Pérez Francés, del equipo Ferrys, tras recorrer en solitario 223 kilómetros. Elegante rodador y buen escalador, Pérez Francés no era un desconocido en el pelotón del Tour porque, entre otros méritos, había sido tercero en la ronda francesa y campeón de España en ruta sólo dos años antes. Tampoco era anónimo para una afición que, por guapo, le apodó Rodolfo Valentino. Nacido el 27 de diciembre de 1936 en Peñacastillo (Cantabria) lleva 50 años viviendo en la calle Sant Pau de Barcelona, en el Raval, donde hasta su jubilación regentó el restaurante Las Banderas, hoy dedicado a la comida paquistaní. Pérez Francés, que hace 44 años llegó el primero a la meta de Barcelona, no estará en Montjuïc esta tarde cuando el pelotón del Tour se dispute el triunfo de la sexta etapa.
"No he visto a nadie como Ocaña. No se cuidaba, pero era una fuerza de la naturaleza"
Pregunta. ¿Por qué no acude a los actos oficiales? ¿Tan mal se lleva con Bahamontes y Poblet?
Respuesta. No pinto nada ahí, me voy con mis amigos. No tengo nada que hablar con Bahamontes y con Poblet no me he llevado nunca. Él era el niño bonito, por su culpa perdí una Vuelta. Mintió, me acusó de haberme cogido a un coche y me descalificaron. Tengo mejores cosas que hacer que ir a saludarles. Veré el paso del Tour con mis amigos en la Conreria.
P. Cuentan que era buen rodador, buen subidor, que tenía clase. ¿Se reconoce?
R. Pues no sé. Para mí no hay nada mas fácil que ir en bici, eso sí. Supongo que con eso se nace. Mi gran orgullo es no haberle hecho una mala pasada a nadie. Pero ya no me creo el ciclismo. La culpa fue del dinero; había mucho que ganar y los más idiotas, o los mas listos, se lo metieron todo. Parece que eso está cambiando.
P. En su época ya se dopaban. El día antes de que el Tour llegara a Barcelona pillaron a dos en el Tour del Porvenir...
R. Tontos y muy listos siempre han habido. Al final los pillan a todos.
P. ¿Que recuerda de la etapa que ganó en Barcelona?
R. El calor. Por eso me quedé solo, ¡porque hacía un calor que se derretía el asfalto!
P. ¿Es cierto que su esposa le llamó por la mañana y le dijo que se diera prisa, que le echaba de menos?
R. No, eso es leyenda. Lo que es cierto es que Julio Jiménez me dijo: "Pepe, esto está muy lejos y hace mucho calor". Así que yo me fui pensando en entrenar un poco fuerte. Cuando me di cuenta, la había liado. Las radios empezaron a contar que estaba escapado camino de Barcelona y salieron a verme pasar. Toda la afición se subió a mi bicicleta. Pensé en ellos y me dije: "Haz un esfuerzo, esta gente se lo merece". El Kas se equivocó, tiró tarde y llegué solo a Montjuïc. No se imagina cómo estaba aquello. "Buena he montado", pensé. Es que la lie bien gorda; fue una gran alegría para mucha gente.
P. Corrió con los mejores, de Anquetil a Merckx, y peleó con todos en buena lid. ¿Quién ha sido el mejor?
R. Yo no he visto a nadie comparable a Luis Ocaña. No se cuidaba mucho, es verdad, pero era una fuerza de la naturaleza. Le vi una vez en el Trofeo Bucci, dos contra la moto y aquello no lo he olvidado. Luego sí, los hay que han ganado más, claro. Y no sólo Tours, pero el ciclismo no se acaba en el Tour. Yo soy muy de clásicas. Por eso valoro mucho a Óscar Freire, que tiene un palmarés enorme, y me gusta Alberto Contador, que es como un pájaro. ¿Armstrong? Demasiado músculo. Ese ha ido mucho al gimnasio.
P. ¿Recuerda su última carrera?
R. El Campeonato de España de veteranos. Me jugué una comida con los amigos a que lo ganaba. Y lo gané.
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