El cambio de vía entre A Coruña y Vigo amenaza la creación de Cercanías

El anuncio de que Fomento cambiará el ancho de vía de todo el Eje Atlántico ferroviario es una buena noticia para el futuro AVE, pero no tanto para el proyecto de desarrollar un servicio de Cercanías. La reclamación de la Xunta, que cuenta con la aprobación del ministerio, se ve seriamente comprometida por el tránsito del ancho nacional al internacional, ya que impide el paso de los trenes tradicionales por los tramos comunes. Existen soluciones, aunque costosas, y que pueden incluso condicionar la velocidad a la que circularán los ferrocarriles.

No sólo las Cercanías se verán afectadas por el cambio de ancho, que el ministro José Blanco anunció para 2012, fecha en la que se prevé la entrada en funcionamiento de la línea entre A Coruña y Vigo. También el tráfico de mercancías necesitará adaptaciones para garantizar su continuidad. A partir de ese año, el trazado será exclusivamente de ancho internacional, lo que permitirá a Fomento utilizar un tren híbrido diésel-eléctrico, el denominado todoterreno, que permitirá acortar en unas cuatro horas el viaje entre Galicia y Madrid antes de que el AVE de conexión con la Meseta esté totalmente finalizado.

La solución pasa por un triple carril que se usa sólo de forma experimental

Pero muchos tramos del Eje Atlántico se han construido sobre la línea antigua, de forma que los servicios de Cercanías que prevé constituir la Xunta y el transporte de mercancías deberán hacer uso de la nueva plataforma del Eje Atlántico durante muchos kilómetros.

Las soluciones no son sencillas, pero existen. Para que por los tramos comunes puedan circular tanto los trenes de alta velocidad como los convencionales, se debe instalar lo que se conoce como triple carril. "Es una técnica laboriosa. Renfe no era muy partidaria de implantarla, pero es posible que revise sus intenciones", sostiene ingeniero de obras públicas Xosé Carlos Fernández, uno de los mayores conocedores del ferrocarril gallego.

El director general de Movilidad de la Xunta, Miguel Bugarín, comparte la preocupación de los expertos, aunque asegura que Fomento ya ha sido advertido de la incompatibilidad del trazado. "Es el ministerio el que tiene que garantizar la continuidad del tráfico", sostiene. Bugarín admite que la solución es "complicada", aunque ya se aplica de forma experimental en el AVE Madrid-Barcelona en un tramo de la provincia de Huesca, y en otro de pruebas entre Olmedo y Medina del Campo. Otra alternativa para compatibilizar el trazado es la construcción de una tercera vía en paralelo a la nueva plataforma, aunque el coste de esta solución la descarta casi por completo.

El transporte ferroviario de mercancías a lo largo de la fachada atlántica de Galicia es de especial relevancia para los grandes puertos de Vigo, Marín, Vilagarcía, A Coruña y Ferrol. También el transporte de residuos sólidos urbanos a la planta de Sogama en Cerceda y el de carbón entre A Coruña y Meirama se realiza en ferrocarril. La Xunta considera que las mercancías podrían adaptarse al ancho del AVE para facilitar el transporte transfronterizo. La creación de un ente ferroviario gallego para la explotación de Cercanías, en cambio, pasa por la necesaria conservación de las vías que van quedando en desuso entre Vigo y A Coruña, de ancho nacional. El Ministerio de Fomento se ha comprometido a transferir las viejas vías, pero la creación del nuevo ente ferroviario está pendiente de la futura Ley del Transporte de Galicia.