Preocupación por los resultados empresariales

La Bolsa vivió ayer una nueva sesión de "transición hacia lo indefinido" en la que el papel, sin resultar excesivo, era el que marcaba la pauta. Desde el otro lado del Atlántico llegaban avisos sobre el temor que despierta entre analistas e inversores el inicio de la temporada de presentación de resultados trimestrales en Estados Unidos. Los indicadores de consumo y producción de los últimos meses, lejos de incitar a la euforia, invitan a practicar la prudencia, a pesar de que algunos grandes bancos han conseguido en muy poco tiempo juntar algún dinero para comprar su libertad de actuación.

El Ibex 35 vivió una jornada frenética en la que, en la primera parte, se valoró la reacción del día anterior en la Bolsa de Nueva York, lo que aportó una subida intradía del 1,19%. Sin embargo, el ambiente negativo de la apertura de ese mercado terminó por acabar con la poca ilusión de los inversores y al cierre el principal índice de la Bolsa española cedió el 0,51% para quedar en 9.520,00 puntos.

Aunque la atención de los inversores se centraba en los resultados de las empresas estadounidenses, también preocupaba la evolución de los negocios en España. Aunque se espera que las grandes compañías con negocios transnacionales capeen el temporal sin grandes contratiempos, existe cierto temor respecto de las empresas medianas y pequeñas, mucho más expuestas a la actividad interna.

El vacío de datos económicos fue otra de las características de esta sesión lo que, a estas alturas del curso, no se sabe si es mejor para los intereses de los inversores, que tienen miedo a seguir la racha iniciada la semana anterior con los indicadores de empleo de Estados Unidos.

El goteo a la baja del precio del petróleo en los últimos días parece un dato fiable sobre la inestabilidad de la situación, pero por el momento no se aprecian trasvases de dinero desde la renta variable hacia otros productos alternativos. Los inversores se limitan a hacerse a un lado si ven las cosas mal y esperan una nueva oportunidad en posiciones de liquidez.

La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta los 3.286,25 millones de euros ante la menor actividad de las grandes carteras. En el "mercado de bloques" se movieron 120 millones de acciones de Iberdrola por 656 millones de euros.