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Reportaje:

'Cracks' de 12 años

El torneo de Brunete se desplazó en la edición de este año a los campos de la Torre de Hércules para mostrar las jóvenes promesas del fútbol español

La idea fue de Carmelo Zubiaur, un empresario del sector del papel y las artes gráficas con alma futbolera, un vasco volcado con el fútbol base al que la vida llevó a Madrid, donde dio forma a su pasión reclutando a los mejores alevines, chicos de no más de 12 años, para jugar un torneo de selecciones territoriales. Zubiaur convence cuando habla. Lo hizo hace 15 años con José Ramón de la Morena. Dice el director de El Larguero que le inyectó en vena el amor por el fútbol base. El caso es que Brunete ha dejado de ser conocido como el escenario de una cruenta batalla en la Guerra Civil. Ahora es el escaparate donde se presentan las estrellas del fútbol español en un torneo que agrupa a los alevines de los equipos que juegan la Primera División.

El Deportivo cayó en la primera fase tras jugar ante 4.000 espectadores
Los pequeños vivieron las mismas sensaciones que los profesionales

Pero este año Brunete fue a A Coruña y a los campos de A Torre. "Sabemos que aquí juegan cientos de niños cada fin de semana y nos hacía ilusión traer aquí la competición y mostrarla como algo próximo", detalla Zubiaur. La respuesta de la gente fue excepcional. "Pertenecemos a un club profesional y no deja de ser interesante que los niños empiecen a meterse en ese papel", reflexionaba tras el torneo David Sánchez-Marín, técnico del Deportivo. El primer día de la competición, los pequeños se encontraron ante una grada con 4.000 personas, las cámaras de televisión y a Lendoiro y los responsables de la cantera blanquiazul en un improvisado palco. Jugaron tres partidillos de 24 minutos, ganaron al Málaga, empataron con Osasuna y perdieron ante el Valencia. Marcaron sólo dos goles y se les vio, por momentos, atenazados. No a Anxeliño Esmoris, para unos O roxo da Costa da Morte, para otros O potro de Carballo, una suerte de Gattuso bergantiñán, un titán que aún no se afeita, pero que ya sabe pegar patadas sin que le vea el árbitro, intimidar al contrario y definir: suyos fueron los dos tantos.

El Deportivo llegó eliminado al último partido de la primera fase. "Hemos tratado de que disfrutaran. Queremos que no magnifiquen ni las victorias ni las derrotas", explica Sánchez-Marín. Tras caer se encerró media hora larga con los chavales, que habían entrado a la caseta con ojos vidriosos. Acabada la charleta se oían cánticos y risas. "Tenemos que quedarnos con lo bueno, con lo afortunados que somos de vivir una experiencia así", resumió el entrenador. Los equipos se concentraron en un buen hotel, siguieron el régimen de comidas de los profesionales y se desplazaron hasta el campo en el mismo autocar que conduce a los mitos de calzón corto.

Mientras los alevines deportivistas asimilaban tantas emociones, los del Real Madrid desfilaban envueltos en lágrimas hacia el vestuario anexo. También habían sido eliminados y determinados escudos pesan mucho. "Hubo momentos en los que nos superó la tensión", reconocía su técnico, José Antonio Sandoval. Un empate contra el Almería les dejó fuera y quedó la sensación de que, al menos en edad alevín, el Madrid es uno más. "No pudimos alinear a nuestro mejor jugador porque la organización determinó que todos debían tener ficha este año en el club", lamentaba Sandoval. Ese fenómeno al que aludía era de raza negra, como los dos chicos que tiraron del Barça hacia la victoria. Alexis Meva e Isaac Stephane Mbonge nacieron en Camerún. Al primero lo trajo a Barcelona la Fundación Samuel Eto'o, que ofrece la posibilidad de que jóvenes talentos de su país se busquen un futuro relacionado con la pelota en La Masia. Stephane vive en Lleida, no ha cumplido los 12 y ya pasa del metro ochenta. No hubo manera de pararlo, ni a él ni a Alexis, el máximo goleador. "Queremos alevines, no juveniles", bramaban desde la grada los padres de los jugadores de los demás equipos. Pero la documentación de los chicos dice que nacieron en 1997.

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El mestizaje augura novedades en el fútbol español a corto plazo. Se ha perdido frescura porque los equipos atienden más a la táctica y a la estrategia, pero las canteras son cada vez más globales. "Con la inmigración han llegado chavales de distintas partes del mundo", reflexiona Zubiaur. No se trata solamente de una cuestión social: los cazatalentos de algunos equipos llegan a los entornos más recónditos. No es el caso del Deportivo, que se queda en Pedrafita. "Por el momento no hacemos otro tipo de apuestas", zanja David Sánchez-Marín que, sin embargo, reconoce una cerrada competencia con el Celta para reclutar cracks de 12 años.

Los alevines del Barcelona celebran su triunfo en el torneo que se disputó en A Coruña.
Los alevines del Barcelona celebran su triunfo en el torneo que se disputó en A Coruña.GABRIEL TIZÓN

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