"Ha habido trato desigual pero me gustaría decir que las cosas están cambiando"

Procede de una familia de empresarios portuarios, una vocación que le llevó hasta la presidencia del puerto de Alicante en 1996. Hace dos años, Mario Flores (Alicante, 1956) saltó a la Consejería de Infraestructuras, donde le ha tocado vivir una época de recorte presupuestario y apreturas económicas. Su queja es la misma que la del resto del Consell: "El Gobierno español no nos ha dado ni agua en estos años". Aunque confía en que las cosas mejoren con José Blanco al frente del Ministerio de Fomento.

Pregunta. Blanco se ha reunido con casi todas las comunidades autónomas. ¿Qué pasa que no acaba de entrevistarse con el presidente Camps?

Respuesta. Había prevista una reunión el 15 de junio, pero por motivos de agenda no pudo ser. Espero que al final el presidente y el ministro se reúnan este mes. Yo he podido adelantar muchos temas en los encuentros preparatorios con el secretario de Estado Víctor Morlán y soy optimista porque estuve con Blanco en el Senado y le vi muy por la labor. Además, si ha llegado a acuerdos con Madrid y Barcelona, estoy seguro de que llegaremos a un acuerdo beneficioso para los valencianos.

"Hemos tardado dos años en redactar la ley de seguridad en el transporte"

"La Generalitat no puede asumir los 800 millones del acceso norte"

"Blanco me dijo que no me preocupara que íbamos a llegar a acuerdos"

"La inversión en el aeropuerto Málaga es mayor que en L'Altet y Manises"

P. La Generalitat pide miles de millones en inversiones.

R. Todo se puede cuantificar, aunque prefiero no adelantar nada. El Estado prevé invertir en transportes 16.000 millones de euros hasta 2015; si hacemos una división por los kilómetros de Cercanías, nos corresponden 2.500 millones. En carreteras queremos la variante para la N-340, que la A-68 llegue a Vinaròs, o el acceso norte. Vamos a intentar tratar todos los temas, aunque no lleguemos acuerdos en todos.

P. Las relaciones con Fomento no han sido buenas. ¿Y ahora?

R. Veo mucha predisposición. Creo que el ministro se ha dado cuenta de que Valencia tiene reivindicaciones que deben de ser contempladas porque la política hasta ahora de no darnos ni agua no funciona.

P. ¿Así es como se sentían con Magdalena Álvarez?

R. Con la ex ministra era muy difícil contactar. Fueron muchos escritos, petición de reuniones y la verdad es que en estos dos años he podido acceder al secretario de Estado y a sus directores generales, pero no hemos podido hablar con la ministra. El otro día en el Senado hablé con Blanco y me trasladó que no me preocupara que íbamos a llegar a acuerdos.

P. Tal vez ha influido en esa mala relación la sensación del Gobierno español de que con ustedes todo va bien de puertas adentro, pero en cuanto salen de los despachos adoptan el discurso victimista, del agravio...

R. Sinceramente me gustaría estar tan encantado como el consejero de Infraestructuras de Madrid. Está contento con los acuerdos con Blanco porque después de cinco años de sequía, con ese victimismo como usted dice, empieza a ver la luz. Yo, como todavía no he llegado a ningún acuerdo, no lo puedo decir. Las inversiones que se han hecho en el aeropuerto de Málaga no tienen nada que ver con las que se han hecho aquí. 1.500 millones en las instalaciones de Málaga frente a 400 millones en L'Altet y 200 en Manises. En Alicante no se prevé una segunda pista, en Málaga sí. El AVE ha llegado mucho antes a Málaga que aquí. No me vale la excusa que puso el otro día el ministro en el Senado de que en 2004 había muy pocos kilómetros de alta velocidad hechos. Efectivamente, había pocos terminados, pero muchos en licitación y, lo más importante, habíamos puesto a cuatro comunidades de acuerdo, que era lo complicado. Me quejo de que el proyecto no esté ya acabado. Ha habido trato desigual, pero me gustaría poder decir públicamente que las cosas están cambiando. Entonces le aseguro que las declaraciones serán, a posteriori, diferentes.

P. El delegado del Gobierno, Ricardo Peralta, asegura que sí ha habido inversión estatal aquí, incluso mayor que la de la Generalitat. Les acusa de deslealtad.

R. No dudo de que el Gobierno haya invertido dinero aquí, porque el AVE estaba licitado o pendiente de licitar en gran parte. Si no lo hubieran hecho no tendríamos el AVE en 2010 y sería un escándalo. En carreteras han hecho algunas inversiones, pero otras no. Por eso no me cuadran las cifras que dio el otro día Peralta. Es verdad que en 2008 la licitación de mi departamento bajó con respecto al año anterior. Pero las licitaciones medias de los últimos cinco años están por encima de los 700 millones, si incluimos las concesiones, y de 500 si no las tenemos en cuenta. Y si el año pasado bajamos la licitación fue porque aquí vivimos cinco millones de personas, no cuatro. Si tuviéramos la financiación adecuada no tendríamos que dedicar tanto presupuesto al capítulo social. En cualquier caso, la aportación del Estado a la Comunidad Valenciana sigue por debajo del PIB y de la población. Si se nos trata bien no tendremos de qué quejarnos.

P. Ha mencionado antes que pedirá a Fomento que pague el acceso norte. Ese proyecto corría a su cargo.

R. Es verdad, pero lo aceptamos entonces porque su coste, 250 millones de euros, se autofinanciaba con el peaje. Por eso no pusimos pegas. ¿Qué ha pasado ahora? Que el acceso es muy importante, es vital para las plataformas logísticas que queremos crear, pero de las siete u ocho nuevas alternativas que tenemos de trazado, la más económica cuesta 800 millones y eso ya no puede asumirlo la Generalitat.

P. ¿Y la Generalitat no pondrá nada?

R. Primero, según la ley, los accesos a los puertos de interés general son competencia del Estado y segundo, lo asumimos porque nos resarcíamos al 100% de la inversión. Si ahora vale cuatro veces más, alguien lo tiene que pagar y creo que debe ser Fomento. La Generalitat puede ocuparse de consensuar el proyecto.

P. ¿Habrá pronto corredor mediterráneo?

R. Nosotros lo tenemos claro y el ministro parece que también. Han sido muchos años de reivindicaciones y Bruselas lo ha entendido. Oficialmente, el Gobierno lo hablará el 9 de julio con el comisario europeo y espero que lo ponga como objetivo de la presidencia española de la UE. Se ha adelantado mucho en esto.

P. ¿Qué modelo prefieren para la gestión de las Cercanías?

R. En Cercanías no se ha invertido ni un céntimo de euro en los últimos años, así que pedimos una modernización de las líneas. Queremos un tren de costa de gran capacidad entre Valencia, Gandia, Dénia, Benidorm y Alicante. Porque hay que recordar que Benidorm es la única ciudad turística de gran afluencia que no tiene conexión ferroviaria de cercanías. En cuanto a la transferencia, en el Xàtiva-Alcoi, el Gobierno se compromete a poner 30 millones de euros y nosotros otros tantos y luego habría una transferencia de la línea. En Cataluña lo financia todo el Gobierno, con casi 5.000 millones de euros. Queremos que la titularidad sea estatal y nosotros podamos gestionarlas.

P. Y para los aeropuertos, ¿prefieren la privatización o la cogestión?

R. Magdalena Álvarez habló de privatizar Aena y dar participación a las comunidades autónomas. Nosotros queremos un modelo muy similar al portuario porque nos ha ido muy bien. El tráfico marítimo depende de Capitanía [del Estado], pero la gestión portuaria la decide un consejo de administración presidido por una persona nombrada por la Generalitat. En el caso aeroportuario, el control aéreo lo debe tener el Gobierno, pero la gestión y el plan de empresa queremos cogestionarlo. Queremos opinar sobre si nuestros aeropuertos necesitan una segunda pista o si hay que ampliarlos.¿Serán corresponsables con la financiación de esas obras?

R. En determinadas cosas sí, en otras no. Por ejemplo, el aeropuerto de Alicante es rentable y se puede autofinanciar. Con las contrapartidas de las ventas de las tiendas, los ingresos por el aparcamiento o el handling, se pueden hacer frente a los gastos de las ampliaciones...

P. ¿Cuáles son los planes de privatización del metro?

R. Me niego a hablar de privatización. Hemos planteado para poder hacer frente al costo de la construcción de nuevas líneas [como la línea entre Natzaret y el centro de Valencia o la línea 2 del Tram en Alicante] el poder cofinanciarlas con la iniciativa privada mediante concesión. Pero no es una cosa que esté haciendo yo. Lo está haciendo también el Gobierno central.

P. ¿Dónde?

R. Pues en el tranvía de Barcelona. En Madrid, la línea de Parla, el tranvía de Sevilla. No estoy de acuerdo con que se hable de privatización, sino de concesionar unas líneas nuevas, que en estos momentos no las está explotando personal de FGV.

P. Pero las líneas las construye la Generalitat.

R. No necesariamente. En las dos líneas mencionadas sí lo está haciendo, pero el adjudicatario se podría subrogar a los compromisos de pago o las obras que falten. Quiero tener terminados los pliegos a final de verano, aunque hay que ver las diferentes opciones.

P. De las que ya existen, ¿se va a dar en concesión alguna?

R. No. Ni se me ha pasado por la cabeza.

P. El viernes se cumplieron tres años del accidente de metro donde 43 personas perdieron la vida y la Generalitat no tiene todavía lista la ley de seguridad en el transporte. ¿Por qué?

R. La ley que regula la Agencia Valenciana de Seguridad tiene concluidas las fases de información de las consejerías y de consultas con los agentes sociales. Sólo falta el informe de la dirección general de Presupuestos, o sea que esa ley saldrá pronto. Llevaré el anteproyecto al Consell y luego a las Cortes. Para mí las leyes son muy importantes y estoy muy satisfecho con la futura ley de seguridad, pero para hacer las cosas bien no podemos limitarnos a copiar un texto anterior. Han sido dos años de confección.

P. También se comprometieron a instalar un sistema de conducción automática (ATO) para evitar el fallo humano durante la conducción en los tramos subterráneos. Tampoco está.

R. El sistema de conducción automática ATO está ya adjudicado por 30 millones de euros y entrará en funcionamiento a finales de 2010. Se empezó a trabajar en su instalación a finales de 2008 y ya hemos acabado la primera fase de preinstalación. Falta adaptar los trenes, la programación de los sistemas y luego la fase de pruebas, pero a finales del año próximo deberá estar.