Un tobogán a 300 por hora

Al referirse al circuito de Laguna Seca, a la mayoría de pilotos de MotoGP les viene a la mente el sacacorchos, la curva más conocida del campeonato y el punto en donde el año pasado Valentino Rossi logró desquiciar a Casey Stoner con un adelantamiento antológico por la tierra. Este episodio no hizo más que magnificar este sector de la pista californiana, por más que haya otro sin tanto renombre -de hecho, ni tiene- que lleve de cabeza a los motoristas como ningún otro. Se trata del primer viraje, un ligero ángulo a la izquierda en medio de un cambio de rasante. Al llegar allí, los motociclistas no ven lo que hay detrás y la mayoría corta gas para no salir despedido, pero también los hay que, sin embargo, pasan tan rápido que llegan a despegar. Una curva de esas que Gary Reynders, jefe de mecánicos de James Toseland, definiría como huevos corner, o sea, sólo para valientes.

"Es la curva que me da más miedo de todo el Mundial", opina Andrea Dovizioso, "porque vas en sexta marcha, a mucha velocidad, y llegas a un punto ciego. El salto que das es brutal", añade el italiano. "Es de esas zonas en las que yo voy calibrando a medida que completo vueltas durante los entrenamientos. Tienes que ir buscando tu límite poco a poco porque pasas muy rápido. Hay que dejar de dar gas porque si no lo haces, saltas", confiere Dani Pedrosa, que la temporada pasado no pudo participar en la carrera debido a las secuelas del accidente que sufrió en Alemania una semana antes.

Jorge Lorenzo compara la sensación que le produce pasar por ahí con lo que nota cuando se sube a una montaña rusa de las potentes. "El año pasado lo pasé fatal en ese punto porque todos lo hacían mucho más rápido que yo, y se trata de una de esas zonas en las que se consigue el tiempo, marcar la diferencia", afirma el mallorquín, antes de argumentar su razonamiento: "En las motos, donde se gana más es en las curvas rápidas. En las lentas, hacer una trazada perfecta te puede reportar una ganancia muy pequeña, pero en las rápidas, si dejas de darle al acelerador pierdes mucha velocidad y tiempo".

La importancia que tiene esta primera curva de Laguna Seca la validan los datos que manejan José Manuel Allende y Ramón Aurín, telemétricos de Pedrosa y de Dovizioso, respectivamente. "Salen de la última curva del circuito en primera y van metiendo marchas hasta llegar a este punto, en sexta, a unos 290 km/h. Mucha gente habla del sacacorchos, pero ésta es mucho más decisiva", comenta Allende. "En ese punto, el año pasado Stoner les metía a todos tres décimas", recuerda Aurín. "Llegan al cambio de rasante, en curva, inclinados y con el muro ahí delante, y tienen que parar la moto. Una locura", alucina el técnico catalán.