Wildeboer destrona a Peirsol

El español Aschwin Wildeboer es un nadador fantástico. Eso lo sabe Aaron Peirsol, el mejor espaldista de todos los tiempos, desde que lo midió en los Juegos Olímpicos de Pekín. Lo que Peirsol se estará preguntando ahora es quién es más maravilloso, si Wildeboer o su bañador. Porque ayer, en la final de relevos de 4x100m estilos de los Juegos Mediterráneos, en Pescara, Wildeboer recortó 16 centésimas al récord mundial de Peirsol usando el controvertido traje Jaked 01.

Wildeboer nadó su posta en 52,38 segundos y contribuyó a batir el récord europeo de 4x100m estilos con 3m 34,22s. De paso, dejó atrás la marca de 52,54s del estadounidense en la final de Pekín. El tiempo, en términos históricos, es fabuloso. Pero para Wildeboer no fue una sorpresa. Sabe, como todos sus colegas con un poco de curiosidad, que la tecnología ha destrozado el viejo canon de la natación. Desde que se pone el Jaked comprueba que sus tiempos caen con más facilidad. Ayer, al salir de la piscina, estaba feliz porque había entrado en los libros, pero se manifestaba con cautela. "Habrá que esperar a ver lo que hacen los estadounidenses cuando se pongan los bañadores de polipropileno en los trials la semana que viene", reflexionó; "sé que Peirsol nadará con el modelo XGlide de Arena. Y Speedo [la marca que patrocina a Michael Phelps] ha fabricado un mono de polipropileno".

En Pekín, el día que Peirsol ganó el oro y batió el récord, Wildeboer hizo 53,51s. La carrera situó al español entre los mejores especialistas. Pero de ahí a pulverizar la marca de Peirsol dista un largo camino. Que lo haya conseguido cubrir tan fácilmente es un misterio asociado al Jaked. Un enigma que se revelará en los trials, las pruebas de selección del equipo estadounidense, y en los Mundiales de Roma de fin de mes. Hasta ahora, los norteamericanos y los australianos no han competido. Como dice Wildeboer: "Habrá que ver".

El máximo responsable del equipo español, Luis Villanueva, es tan prudente como Wildeboer. Ayer, en Pescara, el técnico se encogía de hombros: "Es imposible determinar hasta qué punto ha influido el bañador en el récord de Aschwin. Lo seguro es que le ha ayudado. A él y a todos los que también llevan el Jaked. ¡Por supuesto que van muchísimo más rápidos con el nuevo bañador!".

El Jaked es un mono enteramente fabricado con polipropileno. Una pieza cauterizada sin costuras. Producto de una pequeña fábrica del norte de Italia, este bañador la revolucionado la natación hasta situarla al borde del desprestigio. Como la FINA, la federación internacional, ha dado luz verde al invento, todos los fabricantes se han lanzado a diseñar réplicas. Ha sido fácil. Tyr, Adidas, Arena, Speedoo... Todos han seguido la estela del Jaked. Los nuevos modelos están listos. Y en los Mundiales de Roma se los pondrán todos.

"Los bañadores", dice Villanueva, "han apretado tanto el ránking que no se sabe qué relevancia tendrán estas marcas exactamente. No descarto que un grupo importante de gente, en Roma, estará nadando los 100m espalda en 52 segundos".