Fiesta 'low cost' en la Isla Blanca
Una compañía aérea ofrece vuelos 'golfos' económicos desde Bilbao para pasar un día de juerga en Ibiza
Salida por la noche desde Bilbao y regreso al día siguiente sin dormir. Los llamados vuelos golfos a Ibiza llevaban ya tres años funcionando desde Madrid, pero ahora, pese a los tiempos de crisis en los sectores turístico y aéreo, o precisamente por eso, la compañía que los ofrece, EasyJet, ha decidido abrir una segunda ruta en España, que ha bautizado como "vuelo Golfo de Vizcaya". James Fernández, delegado de EasyJet en Bilbao, ve "filón" para la propuesta en una capital cuyos habitantes "tienen fama" de juerguistas. La compañía espera vender unos 20.000 billetes de ida y vuelta en los poco más de tres meses en que va a funcionar esta ruta.
La aerolínea ofrece estos vuelos cinco veces a la semana, pero está promocionando de forma explícita la ida y vuelta en días sucesivos, por ejemplo viernes y sábado: llegar, pasar una noche loca en Ibiza, descansar junto a alguna playa de aguas color turquesa y regresar a Bilbao sin haber pisado un hotel y, probablemente, con una gran resaca. El precio de la ida asciende a 19 euros y la vuelta, a 29. En total, un euro menos de lo que cuesta la entrada a la legendaria discoteca Pachá de Ibiza. Vueling opera la ruta Bilbao-Ibiza desde 2005, pero con una tarifa más cara. Ayer era posible encontrar en Internet combinaciones desde 100 euros para los próximos fines de semana.
Loiu es el segundo aeropuerto español que se suma a este tipo de vuelos
El vuelo golfo desde el aeropuerto de Loiu comenzó a operar el pasado lunes. Más de 600 personas lo han utilizado en su primera semana. Los tres primeros días la ocupación rondó el 80% y el viernes pasado, fecha del "vuelo inaugural", se rozó el lleno. El ambiente en el aparato dejaba pocas dudas sobre las intenciones de sus ocupantes: junto a dos ruidosas despedidas de soltera, buena parte del pasaje pedía ya combinados alcohólicos a las azafatas que pasaban con el carrito del menú. Entre los viajeros había un grupo de periodistas invitados por la aerolínea.
La tripulación participaba del ambiente distendido y el copiloto se ganó los aplausos del pasaje con su forma de quitarle hierro a la hora de retraso que llevaba el vuelo: "Bueno... dentro de lo malo, por lo menos hace buen tiempo en Ibiza". El vuelo tocó tierra poco después de medianoche en la Isla Blanca. En el centro de la ciudad balear aún quedaban muchos sitios abiertos donde cenar. "Realmente en lo que menos te gastas es en el avión, porque todo es carísimo", comentaba Esther, de 21 años, una de las pocas españolas entre la multitud de extranjeros que pululaba por la ciudad vieja.
Tras 23 horas de gasto desaforado y excesos, algunos pasajeros pueden resultar problemáticos en los vuelos de retorno, reconoce Fernández. El exceso de juerga impulsa a mostrarse entre graciosillo y destructivo. Casi ninguno de los viajeros del sábado a las 21.00 recordaba haber escuchado antes en un avión al personal de cabina advirtiendo en tono admonitorio que robar material del avión, como los chalecos salvavidas, está penado con hasta 60.000 euros.
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