El último baile del rey
Michael Jackson dedicó sus últimas horas a ensayar - La policía confirma que recibió morfina antes de morir
Daba órdenes, se ondulaba y despertaba escalofríos entre los otros bailarines. Era el rey. Era Michael Jackson. Y era feliz, a juicio de quienes le vieron en sus últimas horas. Mitigado el dolor gracias a la morfina (la policía ha confirmado que recibió una dosis de demerol), volvía a estar vivo, a sentir la adrenalina del público llamando a su egocéntrica puerta. Doce horas después, moría. Páginas 42 y 43
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Sobre la firma
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.